Sistemas de captación de agua de lluvia para superar los desafíos climáticos en el Gran Chaco | Autor: Fionuala Cregan | “Habíamos oído hablar del cambio climático, pero no creíamos que fuera cierto hasta que empezó a hacer más calor y más calor. Este año hizo 47°C a la sombra y todavía no ha llovido”, dijo Víctor Arroyo, miembro de una organización de pequeños agricultores en la región argentina del Gran Chaco en Sudamérica. Esta región semiárida ubicada en zonas de Argentina, Paraguay y Bolivia, es la segunda área forestal más grande de Sudamérica después de la Amazonia. Ocupa el 31% del área total de los tres países y alberga apenas al 2.9% de sus poblaciones. Durante las últimas dos décadas, la deforestación masiva para la cría de ganado y la soja, junto con el aumento de las temperaturas, han causado estragos en la región, que cada vez experimenta más períodos de sequías prolongadas. La mayoría de los habitantes de la región son agricultores e indígenas que viven en condiciones de vulnerabilidad y aislamiento, y a menudo pasan semanas sin acceso a agua segura. Hoy, Víctor Arroyo y sus colegas son optimistas: En 2014, una semilla fue plantada en silencio. Un grupo de agricultores del semiárido noreste de Brasil visitó la región del Chaco en Salta, Argentina. Se reunieron con pequeños agricultores y representantes de comunidades indígenas Wichi para compartir su experiencia de vivir en una región semiárida y cómo los sistemas de Captación de Agua de Lluvia (CAL) se convirtieron en la solución. Así, estos trabajaron juntos con las comunidades para construir el primer sistema de CAL del Chaco argentino. Desde entonces, el socio local de CWS, Fundapaz, ha capacitado a equipos de construcción en sistemas de CAL, y el Gobierno, a través de su Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Gobierno del Estado de Salta, han comenzado a seguir su ejemplo. Los sistemas de Captación de Agua de Lluvia (CAL) son rápidos de construir y relativamente de bajo costo, especialmente porque el trabajo puede ser realizado por equipos de construcción locales, y la burocracia es poca. El objetivo es construir 2.000 sistemas de CAL en la región de Salta en el Chaco, y 10.000 en todo el Chaco argentino. Hasta ahora, Salta cuenta con 400 sistemas de CAL y según Gabriel Saghezzo, de Fundapaz, la tasa de éxito, es decir, la construcción sólida y el uso y mantenimiento correctos por parte de las familias, es en promedio, del 65 por ciento. Un elemento determinante para el éxito es que la iniciativa se implementa no como un proyecto de construcción, sino como una iniciativa social. En la mayoría de los casos, las familias beneficiarias trabajan junto con el equipo de construcción local para construir sus cisternas. Mientras Fundapaz brinda apoyo durante la construcción del sistema de CAL, una vez que ha llovido y se ha probado la calidad del agua, la responsabilidad de la gestión se transfiere a la familia. “Sabemos lo importante que es cuidar nuestro sistema de CAL. No queremos volver a cargar agua en cubos; estamos contentos con este sistema”, manifestó Victoria Romero de la comunidad indígena Wichi Lote 75. Por el contrario, para muchas comunidades indígenas en particular, los sistemas de CAL son considerados solo como una solución temporal. Con esto en mente, CWS y sus socios también están trabajando en un estudio para comprender los patrones de uso de los sistemas de CAL que se han construido y así acompañar a las familias para que el sistema funcione para ellas. Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco 10 de septiembre, 2024Leer ahora Video: Voces de mujeres indígenas 27 de agosto, 2024Leer ahora “Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño” 24 de julio, 2024Leer ahora
Archivo de etiqueta: Cambio climático
Aloe vera para la estabilidad financiera de familias en Haití
Aloe vera para la estabilidad financiera de familias en Haití | Autora: Mariana Gama | ¿Qué viene a tu mente cuando piensas en el aloe vera? Para los participantes de la reciente capacitación que apoyamos en varias comunidades en Haití, esta planta, conocida también como sábila, representa un alivio en tiempos difíciles y la esperanza de un futuro mejor y más estable. Ellos aprendieron a producir jabón con aloe vera. Wilda Fortilus fue una de las participantes. Ella vive en Pichon, en la comunidad de Belle-Anse, con su marido y sus cuatro hijos. Antes de las capacitaciones sobre aloe vera, ella no sabía que esta especie tenía múltiples usos. Ahora, Wilda sabe cómo convertir el aloe vera en jabón y cuáles son sus usos medicinales. Debido a la pandemia por el COVID-19, su familia continúa luchando para generar un ingreso estable. Su nuevo negocio les permitió recuperarse. “Esta es la única actividad comercial en nuestro hogar, que nos ayuda en estos momentos. Gracias”, nos contó. Carnette Darius, otra participante del programa, vive cerca de Fond Saint Luc con su hijo y su esposo. Ella compartió: “Esta actividad funciona bien para mí. En promedio, vendo seis galones por semana. Obtengo una buena ganancia con esta actividad”. Carnette usó los ingresos que obtuvo de la venta de jabón para comprar pollos. Ella espera expandir sus ventas y eventualmente, vender su jabón en el mercado local. En Sou Mòn, Melida Charles conoció otro uso del aloe vera: Mermelada. Después de ir a la capacitación sobre cómo hacer mermelada, ella se unió a un grupo de ahorro en su comunidad y comenzó su propio negocio de venta. Melida nos contó: “Cuando vendo todo, compro otros ingredientes para seguir haciendo mermelada. Participo en un grupo de ahorro. La capacitación es muy útil e importante para mí”. Mezclada con ingredientes que incluyen jengibre, azúcar, canela y nuez moscada, la deliciosa mermelada de Melida y su participación en un grupo de ahorro le han permitido tener más estabilidad financiera. Al descubrir nuevas formas de usar el aloe vera, estas tres mujeres también conocieron otras maneras de mejorar sus medios de vida y apoyar sus familias. Su participación en grupos de ahorro también les dio la oportunidad de crecer financieramente con sus vecinos y comenzar sus propios negocios. Estamos agradecidos por el apoyo de nuestros socios Week of Compassion y Organisation des Planteurs de Fond Saint-Luc pour le Développement Intégré de Baie-de-Henne por hacer posible estas historias. Relacionadas: Haití “Animo a todos los jóvenes a aprender una profesión” 30 de julio, 2024Leer ahora Una mirada más cercana a la vida en Haití 16 de julio, 2024Leer ahora Jornadas de atención comunitaria que transformaron el espíritu de ayuda de sus participantes 10 de abril, 2024Leer ahora
Agricultores en Haití se adaptan al cambio climático
Agricultores en Haití se adaptan al cambio climático | Autora: Mariana Gama | Si alguna vez has tenido una planta, sabrás que uno de los factores más importantes para garantizar que sobreviva es la salud del suelo. Demasiada agua, y la planta podría volverse amarilla. Poca agua, y la planta podría secarse. A medida que aumentan las temperaturas y los niveles de CO2 debido al cambio climático, los agricultores de todo el mundo conocen este desafío y luchan por crear las condiciones de suelo necesarias para que sus cultivos prosperen. En Haití, estamos trabajando para resistir estos efectos. Enseñamos a los agricultores locales técnicas de conservación del suelo. Los miembros de la comunidad aprendieron a construir canales de contorno y muros de roca que protegen el suelo, reducen el riesgo de erosión y aumentan la fertilidad y productividad de los cultivos. Sadira Jeanty, de 76 años, vive en Nabou con su esposa y sus cinco hijas. Él pasó los últimos años luchando contra la inestabilidad financiera. Recientemente, se unió a las capacitaciones para aprender una nueva forma de generar ingresos y cuidar los cultivos. Él compartió que “en esa capacitación, aprendí a construir muros de roca y canales de contorno para disminuir la fuerza del agua que desciende sobre nuestros campos, para que el suelo pueda permanecer en su lugar”. Al participar en este programa, Sadira también recibió un ingreso que usó para pagar sus deudas y concentrarse en sus cultivos. “El dinero que gané me fue muy útil porque debía dinero, entonces pagué la deuda que tenía”, dijo. Sadira ya construyó varios canales de contorno y se está preparando para comenzar a sembrar cultivos que sabe que estarán bien protegidos. Sader Saint Juste es otro participante. Él vive cerca de Diondion, en la comuna Jean-Rabel. Desde los 12 años, Sader comenzó a cultivar la tierra de su familia, recolectaba rocas que encontraba y las colocaba en pequeños montones para hacer espacio para sus siembras. Ahora tiene 39 años, y continua con esta tradición y actividad familiar. “Ahora construyo muros de roca en lugar de hacer pequeños montones en medio de la tierra”, dijo. Sader también usó el dinero que recibió mientras trabajaba en el programa para comprar nuevas semillas y plantarlas. Mientras nuestro planeta sufre mudanzas extremas por el cambio climático, estamos trabajando para equipar a agricultores como Sader y Sadira con las herramientas que necesitan para resistir estos efectos. Su resiliencia y capacidad de adaptación les han dado la fuerza para seguir creciendo a pesar de los desafíos que trae el entorno. Estamos agradecidos por el apoyo de nuestros socios Growing Hope Globally, la Iglesia Evangélica Luterana en América y la Association des Groupes Évangéliques d’Haïti pour la Prédication du Monde et le Développement d’une Nouvelle Génération, por hacer posible estas historias. Relacionadas: Haití “Animo a todos los jóvenes a aprender una profesión” 30 de julio, 2024Leer ahora Una mirada más cercana a la vida en Haití 16 de julio, 2024Leer ahora Jornadas de atención comunitaria que transformaron el espíritu de ayuda de sus participantes 10 de abril, 2024Leer ahora