Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras

Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras | Autor: CWS| Church World Service fue fundada en 1946 «para hacer en colaboración lo que ninguno de nosotros podría lograr por sí solo». Hoy, ese espíritu sigue presente en nuestro enfoque, y es fundamental en nuestra participación en el proyecto de cinco años que se lanzó recientemente: Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El propósito es atender las necesidades de la población más vulnerable a desastres climáticos en Honduras. La Sierra del Merendón, ubicada en la costa norte, cerca de la frontera con Guatemala, es una región montañosa que se eleva desde el nivel del mar hasta los 2,438 metros en solo 8 kilómetros. Alberga a casi 300.000 personas distribuidas en 238 comunidades. Los modelos climáticos muestran un aumento en las temperaturas diarias promedio y una disminución de la precipitación anual, lo que afectará a más a quienes dependen de la agricultura de subsistencia.   La Comisión de Acción Social Menonita (CASM), socio de CWS desde hace muchos años, será el encargado de implementar el proyecto a través de un enfoque integral que incluye capacitación agrícola, fortalecimiento de sistemas de mercado, creación de estaciones meteorológicas y sistemas de alerta temprana, reducción del riesgo de desastres, movilización comunitaria y coordinación con instituciones nacionales y regionales para implementar políticas de gestión de riesgos climáticos. Más de 57.000 personas participarán activamente en el proyecto, y más de 3.600 familias se beneficiarán de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. María Cristina Reyes, presidenta de la Asociación de Patronato en el sector Las Delicias, reflexionó sobre las dificultades que han enfrentado en el pasado para prosperar con las cosechas de la tierra: “Teníamos muchos alimentos y no sabíamos qué hacer con ellos. Tocamos muchas puertas y nadie nos ayudó. Fue indignante porque formamos parte de la sociedad.” También reafirmó su compromiso de cooperar con CASM: “Para nosotros, es un sueño hecho realidad que lleguen a nuestras comunidades para mejorar la calidad de vida de nuestras familias, del medio ambiente y de nuestras tierras.”   Este proyecto, con una inversión de 7.2 millones de dólares, es un ejemplo clave de estrategias de adaptación al cambio climático y refleja el compromiso de largo plazo de CWS con las alianzas locales. Además, es la primera vez que los cinco gobiernos locales de la Sierra del Merendón se unen para ejecutar acciones de mitigación frente a la crisis ambiental. CWS ha trabajado en Honduras desde finales de los años 70 y con CASM desde 2007. Programas anteriores incluyen el de seguridad alimentaria, que sirvió como modelo para esta propuesta, y un programa de recuperación ante desastres, en respuesta a los huracanes Eta e Iota en 2020. «Trabajamos con CWS debido a nuestro enfoque compartido en atender las necesidades urgentes de las familias más vulnerables y por nuestros valores comunes de respeto, solidaridad, equidad, justicia y servicio», comentó Nelson García Lobo, director ejecutivo de CASM. CWS seguirá liderando actividades clave como la inclusión de poblaciones vulnerables y la documentación de estrategias de adaptación al cambio climático. Otro aliado en el proyecto fue la Cámara de Comercio e Industrias de Choloma. Los programas de capacitación a largo plazo, centrados en prácticas ambientales inteligentes, son una de nuestras principales estrategias para combatir las causas de la pobreza y el hambre en la región. Centroamérica Las manos de doña Santos cosechan el futuro de su familia 17 de mayo, 2024Leer ahora Con incidencia y liderazgo, Don Elías logró que su comunidad acceda al agua 15 de diciembre, 2023Leer ahora “Formo parte del brazo que alimenta al mundo” 14 de agosto, 2023Leer ahora

Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco

Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco | Autor: CWS | En la región del Gran Chaco se están tomando acciones colaborativas frente a la escasez de agua, la deforestación y las prácticas agrícolas insostenibles. Estas acciones incluyen las “Mesas de Agua”, un espacio diseñado para mejorar la gestión del recurso hídrico e involucrar a comunidades, organizaciones de la sociedad civil y expertos técnicos en la toma de decisiones.   El pasado 5 de septiembre, en Boquerón, Paraguay, se realizó el Segundo Encuentro Trinacional de Mesas de Gestión del Agua, con la participación de 35 representantes de Mesas de Agua de Argentina, Bolivia y Paraguay.    Tras un día de plenarias, visitas a iniciativas locales y actividades conjuntas, se establecieron los siguientes compromisos:   Paraguay acordó establecer una línea de base para la gestión del agua en el distrito, involucrar a más municipios del Chaco en la Mesa de Gestión del Agua y desarrollar un Plan Estratégico de Gestión del Agua a nivel distrital.   Argentina se comprometió a certificar a los constructores de cisternas, reglamentar la Ley de Agua 8168/19 de Salta y fortalecer la Mesa de Agua en Jujuy. También desarrollarán una aplicación para sistematizar los datos de acceso al agua.   Bolivia trabajará en políticas públicas para la recolección de agua de lluvia, buscará financiamiento y promoverá la inclusión de sistemas de recolección de agua en la infraestructura pública. Además, planean desarrollar proyectos de agua segura para las comunidades indígenas.   La organización del encuentro estuvo a cargo de la Plataforma Semiáridos y la Fundación Hugo, con el apoyo de la Municipalidad de Boquerón, International Land Coalition (ILC) y CWS.    Estas iniciativas basadas en los territorios son pasos cruciales hacia la realización participativa del derecho universal al agua. Conoce más sobre estos procesos en las redes sociales de Plataforma Semiáridos y CWS. Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano Video: Voces de mujeres indígenas 27 de agosto, 2024Leer ahora “Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño” 24 de julio, 2024Leer ahora Respuestas locales al impacto del cambio climático en el Bajo Chaco Paraguayo 2 de febrero, 2024Leer ahora

“Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño”

«Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño» | Autor: CWS | En la aldea de Sawhoyamaxa del pueblo Enxet (Paraguay), Mariana Ayala es madre, abuela y líder de las mujeres. Ella participó en todas las capacitaciones implementadas por nuestro socio local, Pastoral Social Diocesana Benjamín Aceval (PSDBA) y hoy desempeña un papel clave motivando a otras mujeres para que conozcan sus derechos.   Recientemente, Mariana y otras líderes reconocidas fueron invitadas a compartir sus historias y lecciones con mujeres de comunidades vecinas donde las capacitaciones sobre empoderamiento estaban por comenzar. Se trata de una de las actividades del proyecto “Desarrollo Rural en Nueve Comunidades Indígenas del Bajo Chaco Paraguayo”, y su objetivo es fortalecer los lazos entre las mujeres dentro de la aldea, mejorar el liderazgo femenino y promover un intercambio de conocimientos y empoderamiento mutuo.   Mariana comentó: «Estoy feliz de compartir mi testimonio con las mujeres que viven en estas comunidades. Quiero animarlas a luchar por nuestros derechos, porque tenemos la Ley 904/81 que establece el estatuto de las comunidades indígenas paraguayas de nuestro lado, y debemos usarla como nuestra herramienta».   Esta mujer fue testigo de la histórica lucha de las mujeres por la tierra: «Logramos recuperar nuestras tierras ancestrales gracias a la valentía de las mujeres. Seguramente, conocen o han oído hablar de mi comunidad Sawhoyamaxa»*.    Con sincera emotividad, ella contó sobre la razón de su sacrificio para estar presente ese día compartiendo sus aprendizajes: «Ahora soy una mujer mayor. Me alegró mucho recibir, la semana pasada, la invitación para venir aquí. Acepté de inmediato. Anoche apenas dormí hasta las 2:00 a.m., cuidando a una persona enferma. Pocas personas tienen la paciencia para cuidar a los enfermos, pero debemos ser pacientes con los demás. Casi no vengo hoy, pero aquí estoy, feliz de verlas a todas. Esta es mi primera visita a Buena Vista, y vengo con el espíritu de alentarlas para que juntas avancemos en la defensa de nuestros derechos y en el desarrollo de nuestras comunidades».   La historia de Mariana es una de las muchas que nos inspiran. Mariza Galeano, madre, abuela y líder entre las mujeres de la aldea Yakye Axa, también participó en el proceso de capacitación que realizó la Pastoral Social. En su comunidad, en lugar de caminos tenían maleza, y ella lideró la limpieza y rehabilitación de la vía junto a su esposo y sus hijos.    Mariza comentó: «Quiero compartir lo feliz que estoy con la Pastoral Social. Gracias a las capacitaciones y talleres, las mujeres de mi comunidad parecen haber despertado de un largo sueño. Ahora, conocemos nuestros derechos, queremos que se respeten y luchamos para asegurarnos de que se cumplan. Asistimos a las reuniones comunitarias, participamos, levantamos nuestra voz y pedimos cosas para la comunidad, porque las mujeres tenemos una perspectiva diferente a la de los hombres. Entendemos mejor las necesidades de la comunidad».   Mariana Ayala y Mariza Galeano representan las voces de las mujeres en sus aldeas y se han convertido en faros de esperanza y determinación para quienes luchan por un futuro más justo y equitativo.   * La comunidad indígena Sawhoyamaxa, del pueblo Enxet, pasó muchos años reclamando el derecho a sus tierras, de las que fue desalojada en la década de los 90.    “Desarrollo rural en nueve comunidades indígenas del Bajo Chaco Paraguayo”, es un proyecto liderado por Church World Service y la Pastoral Social Diocesana Benjamín Aceval con el apoyo financiero de Growing Hope Globally. “Tenía verguenza de hablar durante las capacitaciones. No conocía que tenía derechos. Hoy en día es como que me desperté” Sonia Recalde Lideresa Espinillo “Esto que hace la Pastoral Social es lo más lindo que puede haber, porque vienen a educarnos sobre los derechos, a saber cómo podemos defendernos. Nos muestran cómo debemos vivir, entre niños, mujeres y varones, como parte de una sociedad” Martin Cabellero Líder Espinillo “Yo tenía miedo de hablar, eso es porque nadie me educó, nadie me enseñó sobre las leyes, pero ahora uso mi conocimiento. Aunque no sé leer bien, tengo en mi mente lo que tengo que decir. Donde voy, hablo sobre mis derechos” Estelvina Torrales Lideresa Aldea 9 de Agosto Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco 10 de septiembre, 2024Leer ahora Video: Voces de mujeres indígenas 27 de agosto, 2024Leer ahora Respuestas locales al impacto del cambio climático en el Bajo Chaco Paraguayo 2 de febrero, 2024Leer ahora

Respuestas locales al impacto del cambio climático en el Bajo Chaco Paraguayo

Respuestas locales al impacto del cambio climático en el Bajo Chaco Paraguayo | Autor: CWS | Todos los años, el 2 de febrero, se conmemora el Día Internacional de los Humedales.   Se estima que en los últimos 50 años, el mundo ha visto desaparecer el 35% de sus humedales, un ecosistema vital que se esfuma tres veces más rápido que nuestros bosques.   En el 2023, a pesar de sus extensas áreas húmedas, el Bajo Chaco Paraguayo experimentó eventos climáticos extremos con inundaciones y luego, sequías.   De acuerdo con informaciones de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil y la Dirección de Meteorología e Hidrología en Paraguay, las intensas lluvias entre febrero y marzo registraron acumulaciones de hasta 700 mm en menos de 30 días, lo cual afectó a las comunidades indígenas de la región, especialmente las más alejadas de las carreteras pavimentadas, como Yakye Axa, Colonia 96 y Buena Vista.   En contraste, la escasez de lluvias entre abril y noviembre causó una sequía de ocho meses. A pesar de llenar reservorios en el primer trimestre, las comunidades se quedaron sin agua potable en octubre.   A pesar de estos impactos, nuestro socio local, la Pastoral Social Benjamín Aceval implementó un proyecto en las comunidades indígenas Enxet Sur, que incluye la rehabilitación o expansión de la infraestructura hídrica, la participación activa de mujeres indígenas en la gestión del agua, el fomento de la participación ciudadana en la Mesa Técnica Departamental sobre Cambio Climático, y la colaboración con otras comunidades para identificar los riesgos climáticos.   Un total de 250 mujeres, jóvenes y hombres de 19 aldeas recibieron capacitaciones en derechos humanos durante el 2023. Además, se promovió la alfabetización de 75 personas. También se desarrollaron otros procesos como actividades comunitarias, promoción de la seguridad alimentaria y reactivación de las huertas agrícolas. Este año, la meta es alcanzar a las nueve de las tres comunidades que ya están participando.   Este proyecto, que se implementa con el apoyo de Growing Hope Globally, demuestra que la acción local puede marcar la diferencia. La rehabilitación de la infraestructura hídrica, la participación ciudadana y las prácticas regenerativas son pasos fundamentales hacia la resiliencia frente a los impactos del cambio climático.   Conoce más de la Pastoral Social Benjamín Aceval, en su página de Facebook. Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco 10 de septiembre, 2024Leer ahora Video: Voces de mujeres indígenas 27 de agosto, 2024Leer ahora “Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño” 24 de julio, 2024Leer ahora

De aprendiz a líder de proyectos en su comunidad

De aprendiz a líder de proyectos en su comunidad | Autor: CWS | Durante la pandemia, los valores y el estilo de vida de Pedro fueron puestos a prueba. La inflación en Honduras y el cierre de tiendas en su comunidad, dificultaron que él y su familia tuvieran acceso a los alimentos y suministros necesarios para mantener sus cosechas. Eventualmente, la esposa de Pedro sugirió que ella podría migrar a los Estados Unidos para buscar empleo.    «Para mí, fue como una puñalada en el corazón porque nunca he querido que nuestra familia esté separada», dijo Pedro. A pesar de los desafíos que enfrentaban, Pedro y su esposa se aferraron a su fe y decidieron permanecer juntos.   Después de esta decisión, su familia recibió la bendición que tanto esperaba. Nuestro socio en este país, la Comisión de Acción Social Menonita, CASM, los invitó a participar en el programa de seguridad alimentaria. Pedro recibió gallinas, un cerdo, varias ovejas y una vaca; también participó de una capacitación sobre cómo cuidar de los animales y cultivar un huerto. CASM ayudó a Pedro a transformar su hogar para.    Hoy, Pedro es un experto en el cuidado de animales, fertilización y vegetación. Su hogar ahora alimenta a su familia y es un lugar de capacitación para toda la comunidad.   Al igual que muchos grandes líderes, Pedro es humilde y nunca ha buscado estar en el centro de atención. Vive una vida tranquila en el campo de Honduras, donde pasa la mayor parte de los días trabajando en sus cultivos y plantaciones de café. Es un hombre de fuertes valores y es líder en la Iglesia Católica, donde encuentra alegría en enseñar a las familias sobre el regalo que son el uno para el otro.   Este hombre se ha convertido en mentor y líder en su comunidad y ha transmitido sus conocimientos a sus vecinos. Él dice: «Honestamente, nunca quise ser un modelo a seguir, pero simplemente sucedió. Cada vez que hago algo, le pido a Dios que me guíe e invito a otros a ver lo que estoy haciendo para que puedan aplicarlo a sus propias vidas». Agregó que aunque a veces le resulta incómodo que lo llamen modelo a seguir, también es motivador. «Me hace querer ser mejor cada día. ¿Por qué? Porque si soy su modelo a seguir, debo ser mejor cada día para que puedan beneficiarse al máximo de estas prácticas».   Pedro atribuye todo su éxito a Dios. Atribuye la primera llamada telefónica sobre el programa como una intervención divina. «Ni siquiera vi quién estaba llamando. Dije: es Dios quien llama y contesté. Desde entonces, hemos estado viendo la luz, como decimos, a través de estos programas», nos dijo Pedro. Agregó que desde que se unieron al programa, su familia ha tenido un buen ingreso que les permitirá mantener una vida feliz juntos en su país.   Conoce más del programa de seguridad alimentaria aquí. Relacionadas: Centroamérica Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras 2 de octubre, 2024Leer ahora Las manos de doña Santos cosechan el futuro de su familia 17 de mayo, 2024Leer ahora Con incidencia y liderazgo, Don Elías logró que su comunidad acceda al agua 15 de diciembre, 2023Leer ahora

Agua de lluvia para reducir la vulnerabilidad al cambio climático

Agua de lluvia para reducir la vulnerabilidad al cambio climático 71 indígenas que trabajan en la construcción de sistemas de captación de agua de lluvia y cisternas se reunieron por primera vez en Orán, un pueblo cerca de la frontera de Argentina y Bolivia, en la región del Gran Chaco Sudamericano. | Autor: CWS | En la provincia de Salta, Argentina (parte del Gran Chaco Sudamericano), las familias indígenas viven en niveles de alta vulnerabilidad; cada año, especialmente en el verano, las condiciones empeoran y aumentan las enfermedades relacionadas al consumo de agua no potable o deshidratación.   Se trata de una situación extrema en una región muy seca donde las familias, a pesar de vivir en zonas remotas y dispersas, hacen lo posible por sobrevivir. Ellas cazan, pescan, cosechan frutos silvestres, crían vacas y cabras y trabajan en ranchos vecinos como trabajadores agrícolas.   En medio de este contexto, nuestros socios locales, junto con algunas ONG, hacen un esfuerzo enorme para construir, cada año, entre 150 y 200 sistemas familiares de recolección de agua de lluvia, con el financiamiento y apoyo de los gobiernos locales, regionales y del Banco Interamericano de Desarrollo BID.   La semana pasada, el 13 de marzo, dichas entidades se encontraron en Orán y realizaron el Primer Encuentro de Constructores de Cisternas – Sistemas de Cosecha y Almacenamiento de Agua de Lluvia de la región.  Se dialogó sobre las etapas del proceso de construcción de las cisternas y la importancia del acceso al agua segura para las familias. La agenda también incluyó temas como el enfoque de género.   Este evento, organizado por la Mesa de Agua, brindó un espacio seguro para que los equipos de construcción locales, las familias beneficiarias, las organizaciones de la sociedad civil y las autoridades locales se reunieran, intercambiaran puntos de vista y priorizaran las oportunidades de mejora.   La Cosecha Doméstica de Agua de Lluvia (Domestic Rainwater Harvesting) es una de las soluciones locales apropiadas para cumplir con la meta del acceso universal al agua segura en áreas rurales dispersas, especialmente en las regiones semiáridas de América Latina. Lo que está ocurriendo en Orán es un reflejo de las crecientes inversiones públicas y privadas a una solución que está cobrando impulso desde México hasta Suramérica. Sin embargo, la cosecha de agua de lluvia implica mucho más que construir una cisterna y un sistema de captación en la azotea.   CWS y sus socios que conforman la Plataforma Semiaridos y Mesa de Agua del Chaco Salteño, apoyan los esfuerzos liderados localmente para adoptar inversiones enfocadas en este reto; además, abogan por inversiones adicionales apropiadas al contexto y enfoques que promuevan: propiedad local, cambio de comportamiento sostenible, consulta comunitaria, colaboración interétnica y equidad de género.    En abril, dos miembros de Plataforma Semiaridos (uno del corredor seco de América Central y otro de la región noreste de Brasil) participarán en la consulta regional de América Latina sobre cambio climático y migración coorganizada por FES-CMDP. La seguridad del agua, los alimentos y la tierra son fundamentales para la vida de los pueblos rurales en las regiones semiáridas y su capacidad para adaptarse al cambio climático. Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco 10 de septiembre, 2024Leer ahora Video: Voces de mujeres indígenas 27 de agosto, 2024Leer ahora “Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño” 24 de julio, 2024Leer ahora

Cuidar del agua para alimentar la región: el desafío en el Bajo Chaco Paraguayo

Cuidar del agua para alimentar la región: el desafío en el Bajo Chaco Paraguayo A pesar de un clima adverso con fuertes sequías y una baja producción agrícola, seis comunidades indígenas en esta región demuestran su compromiso y capacidad de resiliencia. | Autor: CWS | Lavarse las manos, tener la casa limpia, cultivar la tierra para alimentarse y vender productos en mercados locales, son las actividades básicas que Leonardo Martínez y su familia desempeñan a diario para sobrevivir. Parece fácil, pero la realidad de muchas familias indígenas en el Bajo Chaco Paraguayo, se ha vuelto cada vez más difícil por la falta de agua. “El año pasado (2022) hubo poca lluvia; el clima cambia mucho, todo está seco, absolutamente seco”, dijo Leonardo. Él es líder en El Espinillo, una de las comunidades en las que CWS está acompañando el proyecto de Desarrollo Rural Integral, liderado por su socio local, Pastoral Social Diocesana Benjamín Aceval, con el apoyo de Growing Hope Globally.   A inicios del 2022, la ola de calor en Paraguay afectó la producción agrícola, y quemó los cultivos que estaban en etapa de cosecha. En el caso de los participantes del proyecto, lograron cosechar cerca de un 30% de lo previsto.   “No hay cómo cultivar muchas cosas, sólo algunas plantas y naranjas, pero por lo menos, hoy tenemos agua segura, gracias a la ayuda de ustedes”. Él conforma una de las 196 familias de Espinillo y Monte Alto que mejoraron su calidad de vida gracias a la reparación de la infraestructura de obtención de agua potable, excavación de pozos e instalación de techos colectores de agua. En el último año, surgieron otras iniciativas contundentes para abordar estos desafíos: Con el liderazgo de la Pastoral Social y la participación de CWS, se realizó el primer Conversatorio Interinstitucional del Bajo Chaco sobre Cambio Climático, la Mesa Técnica Departamental de Cambio Climático, y la Cumbre Departamental sobre Cambio Climático.   Por otro lado, el proyecto incluye entrega de insumos agrícolas y apícolas, mantenimiento de huertas, entrega de ovejas y cabras, entre otros. En Octubre del 2022, se entregaron 100 cabras y 11 ovejas distribuidas en 10 aldeas. Adicionalmente, se crearon 11 huertas comunitarias y 8 particulares, junto con 61 chacras de producción diversificada.   Leonardo aseguró que la producción está creciendo y “hoy hay más colmenas cargadas de miel”. Este año, se registraron 122 productores, y hasta el 20 de diciembre, se habían registrado 60 litros de miel por cada uno.    También hubo tiempo para aprender. Los participantes recibieron clases de alfabetización y leyes de educación indígena, y con el acompañamiento de SENASA (Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental), conocieron sobre formas de potabilizar el agua y las consecuencias del consumo de agua contaminada. Los encuentros llegaron a 360 familias.   En el 2023, los objetivos serán monitorear los frutos de un año productivo que dejó oportunidades para que la comunidad crezca. El Bajo Chaco Paraguayo es una región de América Latina ubicada en Paraguay, tiene amplias zonas de palmares y pantanos, un clima tropical húmedo de difíciles condiciones y contrastes. Hay épocas de intensas lluvias e inundaciones, y otras, de fuertes oleadas de calor, temperaturas altas y sequías severas. Esto representa una amenaza y riesgo para las comunidades indígenas, que dependen de la actividad agrícola para sobrevivir. Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco 10 de septiembre, 2024Leer ahora Video: Voces de mujeres indígenas 27 de agosto, 2024Leer ahora “Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño” 24 de julio, 2024Leer ahora

Catarina y Juana: Dos mujeres comprometidas con su familia y su comunidad

Catarina y Juana: Dos mujeres comprometidas con su familia y su comunidad Catarina Juárez de León y Juana López García son promotoras locales en el proyecto de seguridad alimentaria y nutrición que CWS apoya en comunidades Maya Mam de Quetzaltenango (Guatemala). Participan 490 familias. | Autora: Erwin Garzona | Catarina, es una valiente madre soltera que lucha para sacar adelante a sus hijas Luci e Imelda, completó sus estudios primarios y trabaja como promotora del proyecto desde hace más de dos años. Juana, es una joven soltera que apoya a sus padres y hermanos, es maestra de educación infantil que, ante la falta de empleo, lanzó como emprendedora una pequeña cafetería que debió cerrar debido al impacto de la pandemia, y es promotora en el proyecto hace poco más de un año. El proyecto, implementado por nuestro socio local CIEDEG (Conferencia de Iglesias Evangélicas en Guatemala), ofrece acceso a recursos agropecuarios como semillas, insumos para preparar abonos, ganado ovino y porcino, y orientación técnica para la producción y aprovechamiento de alimentos, y el mejoramiento de la nutrición. También se impulsa la generación de ingresos mediante la venta de algunos de los productos agrícolas. Asimismo, se promueven los derechos de la mujer y el empoderamiento de las mujeres. Ellas representan más del 90% de participantes directas en el programa. Debido a la pandemia y las limitaciones de movilización y encuentros presenciales, Catarina y Juana se han convertido en los ojos, oídos y manos de CIEDEG en el día a día del proyecto en las comunidades locales. Ellas compran y distribuyen semillas y otros insumos agrícolas, facilitan capacitaciones sobre derechos de las mujeres, hacen monitoreo y seguimiento visitando a las familias y sus huertos, y reportan a CIEDEG sobre dificultades o avances. Recientemente, también aplicaron entrevista para un diagnóstico participativo sobre disponibilidad, acceso, uso y consumo de alimentos, y talla-peso en niñas y niños menores de cinco años. Al preguntarles qué han aprendido a través del proyecto, Catarina y Juana nos contaron que “la convivencia con otras mujeres y con las comunidades nos han dado aprendizajes nuevos”. Señalan que han aprendido sobre agricultura, seguridad alimentaria y derechos de las mujeres. Ellas destacan su compromiso con su comunidad y el agradecimiento que sienten por poder trabajar en el proyecto. No es casual que la primera palabra que me enseñaron en su idioma, el Maya Mam, fue “gracias”: Chjonte. Por otro lado, comentaron que es importante valorarse como mujer, conocer y defender sus derechos. “En San Martín y San Juan, y hasta en mi familia, las mujeres no se daban su lugar y no participaban en la comunidad, o sus esposos les vedaban la participación, se discriminaba a la mujer”, dijo Juana. Esto implicaba que solo los hombres tenían el derecho de trabajar e ir y participar en actividades de la comunidad, y a las mujeres les estaba vedado. Por su parte, Catarina afirmó que “por eso es importante aprovechar las oportunidades y participar”. Y aunque ahora ven más participación de las mujeres, incluyendo la posibilidad para muchas de continuar estudios, los cambios aún son insuficientes. “Tenemos que animar a otras mujeres a que conozcan sus derechos y se valoren, es importante por eso informar y capacitar”, dijo Juana. Y en el contexto del Día Internacional de la Mujer, ella agregó: “Me gustaría decirles a todas las niñas, señoritas, mujeres, que conozcamos nuestros derechos, nos valoremos y participemos en todos los espacios para aprender y poner en práctica la igualdad; es necesario participar para combatir la discriminación y que valoremos a las niñas y mujeres”. “Es importante celebrar el Día Internacional de la Mujer porque habla sobre la igualdad de todos. Todas las mujeres tenemos derecho de trabajar, abuelas, madres, hijas, todas tenemos derechos. Saludo a todas las mujeres en este mismo día”, concluyó Catarina. Conoce algunos de los testimonios de las mujeres que participaron en este proyecto de seguridad alimentaria y nutrición: Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala.   Relacionadas: Centroamérica Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras 2 de octubre, 2024Leer ahora Las manos de doña Santos cosechan el futuro de su familia 17 de mayo, 2024Leer ahora Con incidencia y liderazgo, Don Elías logró que su comunidad acceda al agua 15 de diciembre, 2023Leer ahora

Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala

Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala Un grupo de mujeres en Nebaj cosecha los resultados de una siembra cuidada con cariño; y otro, en San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuntalco, cría animales con la cooperación de la comunidad. Historias de cambio. | Autora: Mónica Arango | Cuando el sol aún no asoma sus primeros rayos del día, Josefa Pérez ya está despierta orando. “Pido para que la cosecha aumente, que este año tengamos más siembras”. Por eso, lo primero que hace después de preparar el desayuno y limpiar la casa, es salir a ver sus cultivos de arveja, repollo, brócoli y papa. Al igual que otras mujeres de la aldea La Pista, ubicada en Nebaj, en el departamento El Quiché (Guatemala), ella se esmera y pasa la mayoría de su tiempo en el huerto para cuidar la producción de vegetales que le sirve de alimento a su familia, y de ayuda financiera cuando logran vender la producción en el mercado campesino local, donde venden otros pequeños productores como ella. Esta es una de las iniciativas en las que participan 490 familias como la de Josefa. Se trata del proyecto de Semillas de Esperanza para Seguridad Alimentaria y Nutrición, implementado por CWS a través de su socio local CIEDEG, y con el apoyo de Growing Hope Globally. Además de semillas y plantas, las familias reciben insumos químicos y orgánicos para preparar abonos; materiales para reconstruir o mantener sus invernaderos, sistemas de riego, equipos para aspersión de fertilizantes y plaguicidas orgánicos y/o químicos. Además de Nebaj, el programa se desarrolla en San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuntalco, en el departamento de Quetzaltenango. Los participantes recibieron semillas para sembrar en sus huertas e invernaderos. Algunos también accedieron a capacitaciones en asuntos como derechos humanos, derechos de las mujeres, seguridad alimentaria e higiene. La aldea La Pista está rodeada de montañas y aunque normalmente hace frío, estos primeros días del año han sido cálidos, con poca lluvia. Y sin importar el clima, Josefa y cuatro compañeras más van al huerto y al invernadero a trabajar, luciendo sus trajes típicos de la etnia Maya Ixil: usan faldas largas llamadas ‘cortes’ y blusas amplias llamadas ‘huipiles’, que son de algodón, bordadas con flores, animales y símbolos que identifican a sus comunidades en colores alegres. “Estamos contentas. Ha sido una buena cosecha. En el invernadero tenemos tomate, chile jalapeño, chile pimiento y pepino”, dice Josefa. De igual forma, a unos 135 kilómetros de Nebaj, CIEDEG también implementa el proyecto en seis aldeas: Toj Mech, El Rincón, La Estancia y Toj Alik (en el municipio de San Martín Sacatepéquez); y Nueva Concepción y Agua Blanca (en el municipio de San Juan Ostuncalco). En la Nueva Concepción, conversamos con Rosa Elvira Vásquez, quien cuida de sus animales y cultivos mientras carga a Alexa (18 meses) en la espalda. Ella es la menor de sus cuatro hijas. La familia de Rosa recibió un cerdo hace dos años, gracias al apoyo de CWS y LDS Charities, ahora tienen tres. También recibió semillas y sembró maíz, papa, cilantro, remolacha, rábano y zanahoria. Esta es otra iniciativa que ha traído resultados para las familias de San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuncalco. La cadena productiva de pase consiste en que varias familias reciben animales como cerdos, gallinas y ovejas, y cuando estos se reproducen, son repartidos a otras familias, para que puedan iniciar su proceso de cría y venta. Los recursos que obtienen con esta actividad les ayuda a comprar otros alimentos, medicinas, ropa y útiles escolares para sus hijos. “He aprendido mucho, lo que recogemos en los huertos nos sirve para preparar el almuerzo y las comidas”, dice Rosa, y aunque nos contó que ella no tuvo la oportunidad de estudiar, sus hijas ya entraron a la escuela. En una próxima etapa del proyecto, se ofrecerán talleres de seguridad alimentaria y técnicas agrícolas para los técnicos y promotores de CIEDEG y las organizaciones locales, y se terminará de medir talla y peso en niños menores de cinco años para determinar sus condiciones nutricionales. Fotos: CIEDEG Relacionadas: Centroamérica Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras 2 de octubre, 2024Leer ahora Las manos de doña Santos cosechan el futuro de su familia 17 de mayo, 2024Leer ahora Con incidencia y liderazgo, Don Elías logró que su comunidad acceda al agua 15 de diciembre, 2023Leer ahora

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