Semillas de Esperanza para 917 familias en Guatemala | Autora: Mónica Arango | Josefa Pérez y su esposo llevan más de una década cultivando la tierra que tienen cerca de su casa; pero sólo hace un año comenzaron a ver una diferencia enorme en su trabajo. Ellos aprendieron a sembrar de manera sustentable, libre de tóxicos y con estrategias de producción para vender más y ganar un sustento para sus familias. “Ahora cosechamos el tomate dentro del invernadero y da mejores resultados. No es igual que sembrarlo al aire libre. No teníamos idea, pero CIEDEG vino a enseñarnos. También aprendimos a cuidar la tierra y abonarla. Nos sentimos satisfechos porque vimos un cambio”, cuenta Josefa. Su familia es una de las 917 que participan en el proyecto “Semillas de Esperanza para la seguridad alimentaria Nutricional”, implementado por CWS y su socio local, Conferencia de Iglesias Evangélicas de Guatemala, con el apoyo de Growing Hope Globally. El objetivo del proyecto es contribuir a mejorar la seguridad alimentaria de las familias, en 17 comunidades de los departamentos del Quiché y Quetzaltenango, en Guatemala. Esto se ve reflejado en el trabajo de Josefa, quien no solo mejoró sus ingresos, sino la calidad de vida de sus seis hijos. Josefa comienza su día a las 6 de la mañana. Después de hacer el desayuno para sus hijos, limpiar la casa, y dar alimento a sus gallinas, ella se va caminando hasta la tierra donde tiene sus cultivos de brócoli, repollo, apio y escarola. “Lo más importante de trabajar en el campo es que no hay que comprar comida en el mercado. Mi familia tiene comida. Y si sobra, la vendemos”, asegura Josefa, quien a pesar de no haber contado con la oportunidad de estudiar, continúa alentando a sus hijos para que lo hagan. “Yo les digo que es lo que más les va a servir. Yo quisiera leer algo pero no puedo, no sé cómo”. El proyecto contempla entrega de semillas y especies vegetales propias de cada región, como cilantro, rábano, remolacha, acelga, espinaca, entre otras. Ya se construyeron 590 huertos familiares y 30 invernaderos. Además, se implementó un mercado comunitario para que los participantes vendan sus productos y compren otras cosas que necesiten para su día a día, como ropa, medicinas y productos de higiene. Relacionadas: Centroamérica y México El sueño que Leidy y Jorge reconstruyeron 6 de junio, 2022Leer ahora Catarina y Juana: Dos mujeres comprometidas con su familia y su comunidad 10 de marzo, 2022Leer ahora Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala 3 de marzo, 2022Leer ahora
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Catarina y Juana: Dos mujeres comprometidas con su familia y su comunidad
Catarina y Juana: Dos mujeres comprometidas con su familia y su comunidad Catarina Juárez de León y Juana López García son promotoras locales en el proyecto de seguridad alimentaria y nutrición que CWS apoya en comunidades Maya Mam de Quetzaltenango (Guatemala). Participan 490 familias. | Autora: Erwin Garzona | Catarina, es una valiente madre soltera que lucha para sacar adelante a sus hijas Luci e Imelda, completó sus estudios primarios y trabaja como promotora del proyecto desde hace más de dos años. Juana, es una joven soltera que apoya a sus padres y hermanos, es maestra de educación infantil que, ante la falta de empleo, lanzó como emprendedora una pequeña cafetería que debió cerrar debido al impacto de la pandemia, y es promotora en el proyecto hace poco más de un año. El proyecto, implementado por nuestro socio local CIEDEG (Conferencia de Iglesias Evangélicas en Guatemala), ofrece acceso a recursos agropecuarios como semillas, insumos para preparar abonos, ganado ovino y porcino, y orientación técnica para la producción y aprovechamiento de alimentos, y el mejoramiento de la nutrición. También se impulsa la generación de ingresos mediante la venta de algunos de los productos agrícolas. Asimismo, se promueven los derechos de la mujer y el empoderamiento de las mujeres. Ellas representan más del 90% de participantes directas en el programa. Debido a la pandemia y las limitaciones de movilización y encuentros presenciales, Catarina y Juana se han convertido en los ojos, oídos y manos de CIEDEG en el día a día del proyecto en las comunidades locales. Ellas compran y distribuyen semillas y otros insumos agrícolas, facilitan capacitaciones sobre derechos de las mujeres, hacen monitoreo y seguimiento visitando a las familias y sus huertos, y reportan a CIEDEG sobre dificultades o avances. Recientemente, también aplicaron entrevista para un diagnóstico participativo sobre disponibilidad, acceso, uso y consumo de alimentos, y talla-peso en niñas y niños menores de cinco años. Al preguntarles qué han aprendido a través del proyecto, Catarina y Juana nos contaron que “la convivencia con otras mujeres y con las comunidades nos han dado aprendizajes nuevos”. Señalan que han aprendido sobre agricultura, seguridad alimentaria y derechos de las mujeres. Ellas destacan su compromiso con su comunidad y el agradecimiento que sienten por poder trabajar en el proyecto. No es casual que la primera palabra que me enseñaron en su idioma, el Maya Mam, fue “gracias”: Chjonte. Por otro lado, comentaron que es importante valorarse como mujer, conocer y defender sus derechos. “En San Martín y San Juan, y hasta en mi familia, las mujeres no se daban su lugar y no participaban en la comunidad, o sus esposos les vedaban la participación, se discriminaba a la mujer”, dijo Juana. Esto implicaba que solo los hombres tenían el derecho de trabajar e ir y participar en actividades de la comunidad, y a las mujeres les estaba vedado. Por su parte, Catarina afirmó que “por eso es importante aprovechar las oportunidades y participar”. Y aunque ahora ven más participación de las mujeres, incluyendo la posibilidad para muchas de continuar estudios, los cambios aún son insuficientes. “Tenemos que animar a otras mujeres a que conozcan sus derechos y se valoren, es importante por eso informar y capacitar”, dijo Juana. Y en el contexto del Día Internacional de la Mujer, ella agregó: “Me gustaría decirles a todas las niñas, señoritas, mujeres, que conozcamos nuestros derechos, nos valoremos y participemos en todos los espacios para aprender y poner en práctica la igualdad; es necesario participar para combatir la discriminación y que valoremos a las niñas y mujeres”. “Es importante celebrar el Día Internacional de la Mujer porque habla sobre la igualdad de todos. Todas las mujeres tenemos derecho de trabajar, abuelas, madres, hijas, todas tenemos derechos. Saludo a todas las mujeres en este mismo día”, concluyó Catarina. Conoce algunos de los testimonios de las mujeres que participaron en este proyecto de seguridad alimentaria y nutrición: Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala. Relacionadas: Centroamérica Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala 3 de marzo, 2022Leer ahora “Cuando se emigra, se sabe que hay muchos riesgos en el camino” 16 de diciembre, 2021Leer ahora
Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala
Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala Un grupo de mujeres en Nebaj cosecha los resultados de una siembra cuidada con cariño; y otro, en San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuntalco, cría animales con la cooperación de la comunidad. Historias de cambio. | Autora: Mónica Arango | Cuando el sol aún no asoma sus primeros rayos del día, Josefa Pérez ya está despierta orando. “Pido para que la cosecha aumente, que este año tengamos más siembras”. Por eso, lo primero que hace después de preparar el desayuno y limpiar la casa, es salir a ver sus cultivos de arveja, repollo, brócoli y papa. Al igual que otras mujeres de la aldea La Pista, ubicada en Nebaj, en el departamento El Quiché (Guatemala), ella se esmera y pasa la mayoría de su tiempo en el huerto para cuidar la producción de vegetales que le sirve de alimento a su familia, y de ayuda financiera cuando logran vender la producción en el mercado campesino local, donde venden otros pequeños productores como ella. Esta es una de las iniciativas en las que participan 490 familias como la de Josefa. Se trata del proyecto de Semillas de Esperanza para Seguridad Alimentaria y Nutrición, implementado por CWS a través de su socio local CIEDEG, y con el apoyo de Growing Hope Globally. Además de semillas y plantas, las familias reciben insumos químicos y orgánicos para preparar abonos; materiales para reconstruir o mantener sus invernaderos, sistemas de riego, equipos para aspersión de fertilizantes y plaguicidas orgánicos y/o químicos. Además de Nebaj, el programa se desarrolla en San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuntalco, en el departamento de Quetzaltenango. Los participantes recibieron semillas para sembrar en sus huertas e invernaderos. Algunos también accedieron a capacitaciones en asuntos como derechos humanos, derechos de las mujeres, seguridad alimentaria e higiene. La aldea La Pista está rodeada de montañas y aunque normalmente hace frío, estos primeros días del año han sido cálidos, con poca lluvia. Y sin importar el clima, Josefa y cuatro compañeras más van al huerto y al invernadero a trabajar, luciendo sus trajes típicos de la etnia Maya Ixil: usan faldas largas llamadas ‘cortes’ y blusas amplias llamadas ‘huipiles’, que son de algodón, bordadas con flores, animales y símbolos que identifican a sus comunidades en colores alegres. “Estamos contentas. Ha sido una buena cosecha. En el invernadero tenemos tomate, chile jalapeño, chile pimiento y pepino”, dice Josefa. De igual forma, a unos 135 kilómetros de Nebaj, CIEDEG también implementa el proyecto en seis aldeas: Toj Mech, El Rincón, La Estancia y Toj Alik (en el municipio de San Martín Sacatepéquez); y Nueva Concepción y Agua Blanca (en el municipio de San Juan Ostuncalco). En la Nueva Concepción, conversamos con Rosa Elvira Vásquez, quien cuida de sus animales y cultivos mientras carga a Alexa (18 meses) en la espalda. Ella es la menor de sus cuatro hijas. La familia de Rosa recibió un cerdo hace dos años, gracias al apoyo de CWS y LDS Charities, ahora tienen tres. También recibió semillas y sembró maíz, papa, cilantro, remolacha, rábano y zanahoria. Esta es otra iniciativa que ha traído resultados para las familias de San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuncalco. La cadena productiva de pase consiste en que varias familias reciben animales como cerdos, gallinas y ovejas, y cuando estos se reproducen, son repartidos a otras familias, para que puedan iniciar su proceso de cría y venta. Los recursos que obtienen con esta actividad les ayuda a comprar otros alimentos, medicinas, ropa y útiles escolares para sus hijos. “He aprendido mucho, lo que recogemos en los huertos nos sirve para preparar el almuerzo y las comidas”, dice Rosa, y aunque nos contó que ella no tuvo la oportunidad de estudiar, sus hijas ya entraron a la escuela. En una próxima etapa del proyecto, se ofrecerán talleres de seguridad alimentaria y técnicas agrícolas para los técnicos y promotores de CIEDEG y las organizaciones locales, y se terminará de medir talla y peso en niños menores de cinco años para determinar sus condiciones nutricionales. Fotos: CIEDEG Relacionadas: Centroamérica y México Aliados de CWS alertan sobre el deterioro del Estado de Derecho en Guatemala 18 de octubre, 2022Leer ahora Trabajan en equipo para cuidar de los cultivos 13 de septiembre, 2022Leer ahora Semillas de Esperanza para 917 familias en Guatemala 20 de julio, 2022Leer ahora
Semillas de esperanza en Nebaj, Guatemala
Semillas de esperanza en Nebaj, Guatemala | Autor: Erwin Garzona | Nebaj es uno de los tres municipios de la región Maya ixil en el departamento de Quiché en Guatemala, y es donde se implementa el proyecto “Semillas de Esperanza” apoyado por CWS, en las comunidades de Pexlá Grande, Pulay, Turanza y Visaj Cup. Al igual que muchas comunidades rurales en Guatemala, Nebaj fue afectado por el conflicto armado interno de Guatemala. El conflicto duró tres décadas y se caracterizó por una brutal táctica militar de masacre de civiles mayas para mantener un reino de terror. Según el informe de la Arquidiócesis de Guatemala llamado “Guatemala: Nunca más”, un total de 263 masacres se registraron en el departamento de Quiché durante la guerra. De ellos, 105 ocurrieron en la Región Ixil, incluidas 49 masacres en Nebaj. Las comunidades de Pexlá Grande y Pulay se encuentran entre las comunidades que sufrieron masacres. Y en Turanza hay población retornada, pues sus residentes huyeron a otras partes del país o se exiliaron durante el conflicto y luego regresaron con la firma de los Acuerdos de Paz en 1996. El mes pasado, hice mi primera visita a Nebaj como nuevo Representante Regional de CWS para Centroamérica y México. Desde que puse pie en Pexlá Grande, sabía que estaba en el suelo donde sucedieron cosas terribles. Este fue el sitio de una masacre del ejército. La gente Ixil recuerda, y ese recuerdo todavía duele. La comunidad Ixil, sin embargo, es más que esa historia. Es una comunidad que sueña y construye. Ha fortalecido sus organizaciones locales y exigió una compensación. Es por eso que el nombre del programa, Seeds of Hope, se ajusta tan bien. Ya no se trata solo de plantar vegetales, sino de dar esperanza a las mujeres que participan en el proyecto y desarrollar resiliencia. Algunos de ellas están sembrando y cosechando los frutos de su trabajo agrícola por primera vez, cultivando alimentos para el consumo y vendiendo otra parte en los mercados locales, lo que genera ingresos adicionales. Sus huertos están floreciendo con hasta 70 especies, y sus invernaderos tienen hasta 16. Vi tomate, cebolla, pepino, repollo, rábano, chiles, acelgas, remolachas, papas y frijoles. Había hierbas como el cilantro y la menta, y frutas como manzana, pera, maracuyá, limones y limas. Me contaron cómo están aprovechando estos productos en su dieta y combinándolo con lo que han aprendido sobre higiene y preparación de alimentos mientras cuidan a sus hijos. Sentí el orgullo y la alegría irradiando de ellas cuando me contaron sobre su trabajo. Catarina Rivera Matom y Elena Matom de la comunidad de Turanza lo expresan de esta manera: “Este trabajo que hacemos nos da la esperanza de que todo será mejor. Por eso estamos felices “. Nuestra nación de Guatemala aún enfrenta desafíos y adversidades, pero la esperanza que tienen estas mujeres es contagiosa. Estoy ansioso por volver a Nebaj pronto para ver como el programa continúa y ver a estas mujeres cumplir sus sueños. Nota: El 9 de marzo de 2020, comenzó la fase de documentación previa al juicio por crímenes contra la humanidad que se sigue contra altos funcionarios militares en Guatemala. Los militares enfrentan cargos por atrocidades cometidas contra población civil en las comunidades Maya Ixil de los municipios de Nebaj, Chajul y Cotzal que sucedieron entre 1978 y 1982. Entre los casos sobre los que se presentó documentación están los de Pexla Grande y Pulay, donde CWS, CIEDEG y la Coordinación de Desarrollo Integral Ixil (CODI) están llevando a cabo el proyecto “Semillas de Esperanza”. Erwin Garzona es el Representante regional de CWS para Centroamérica y México.Gracias a CROP Hunger Walkers y Growing Hope Globally por hacer posible este programa, y a CIEDEG, nuestro socio en el terreno en Guatemala. Relacionadas: Centroamérica El sueño que Leidy y Jorge reconstruyeron 6 de junio, 2022Leer ahora Catarina y Juana: Dos mujeres comprometidas con su familia y su comunidad 10 de marzo, 2022Leer ahora Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala 3 de marzo, 2022Leer ahora