Video: Voces de mujeres indígenas | Autor: CWS | En Paraguay, un grupo de mujeres está haciendo oír su voz. Ellas se capacitaron sobre derechos humanos y perdieron el miedo a participar en las reuniones donde se toman decisiones sobre sus comunidades. Estas actividades de empoderamiento hacen parte del proyecto “Desarrollo Rural en Nueve Comunidades Indígenas del Bajo Chaco Paraguayo”, implementado por la Pastoral Social Diocesana de Benjamín Aceval y financiado por Growing Hope Globally https://www.cwslac.org/wp-content/uploads/2024/08/01.Genara.mp4 Genara Martínez. Aldea 26 de Junio, Espinillo, Paraguay. https://www.cwslac.org/wp-content/uploads/2024/08/02.Jorgelina.mp4 Jorgelina Flores. Comunidad Yakye Axa, Paraguay. https://www.cwslac.org/wp-content/uploads/2024/08/03.Marisa.mp4 Marisa Galeano. Comunidad Yakye Axa, Paraguay. https://www.cwslac.org/wp-content/uploads/2024/08/04.Sonia.mp4 Sonia Recalde. Lideresa Espinillo Centro, Paraguay. https://www.cwslac.org/wp-content/uploads/2024/08/05.Teresa.mp4 Teresa Benítez. Agricultora. Aldea 9 de Agosto, Paraguay. https://www.cwslac.org/wp-content/uploads/2024/08/06.Raquel.mp4 Raquel Seleckel. Abogada. Técnico de la Pastoral Social Diocesana de Benjamín Aceval, Paraguay. Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano “Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño” 24 de julio, 2024Leer ahora Respuestas locales al impacto del cambio climático en el Bajo Chaco Paraguayo 2 de febrero, 2024Leer ahora La experiencia de ser un líder comunitario indígena en el Gran Chaco 22 de septiembre, 2023Leer ahora
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“Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño”
“Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño” | Autor: CWS | En la aldea de Sawhoyamaxa del pueblo Enxet (Paraguay), Mariana Ayala es madre, abuela y líder de las mujeres. Ella participó en todas las capacitaciones implementadas por nuestro socio local, Pastoral Social Diocesana Benjamín Aceval (PSDBA) y hoy desempeña un papel clave motivando a otras mujeres para que conozcan sus derechos. Recientemente, Mariana y otras líderes reconocidas fueron invitadas a compartir sus historias y lecciones con mujeres de comunidades vecinas donde las capacitaciones sobre empoderamiento estaban por comenzar. Se trata de una de las actividades del proyecto “Desarrollo Rural en Nueve Comunidades Indígenas del Bajo Chaco Paraguayo”, y su objetivo es fortalecer los lazos entre las mujeres dentro de la aldea, mejorar el liderazgo femenino y promover un intercambio de conocimientos y empoderamiento mutuo. Mariana comentó: “Estoy feliz de compartir mi testimonio con las mujeres que viven en estas comunidades. Quiero animarlas a luchar por nuestros derechos, porque tenemos la Ley 904/81 que establece el estatuto de las comunidades indígenas paraguayas de nuestro lado, y debemos usarla como nuestra herramienta”. Esta mujer fue testigo de la histórica lucha de las mujeres por la tierra: “Logramos recuperar nuestras tierras ancestrales gracias a la valentía de las mujeres. Seguramente, conocen o han oído hablar de mi comunidad Sawhoyamaxa”*. Con sincera emotividad, ella contó sobre la razón de su sacrificio para estar presente ese día compartiendo sus aprendizajes: “Ahora soy una mujer mayor. Me alegró mucho recibir, la semana pasada, la invitación para venir aquí. Acepté de inmediato. Anoche apenas dormí hasta las 2:00 a.m., cuidando a una persona enferma. Pocas personas tienen la paciencia para cuidar a los enfermos, pero debemos ser pacientes con los demás. Casi no vengo hoy, pero aquí estoy, feliz de verlas a todas. Esta es mi primera visita a Buena Vista, y vengo con el espíritu de alentarlas para que juntas avancemos en la defensa de nuestros derechos y en el desarrollo de nuestras comunidades”. La historia de Mariana es una de las muchas que nos inspiran. Mariza Galeano, madre, abuela y líder entre las mujeres de la aldea Yakye Axa, también participó en el proceso de capacitación que realizó la Pastoral Social. En su comunidad, en lugar de caminos tenían maleza, y ella lideró la limpieza y rehabilitación de la vía junto a su esposo y sus hijos. Mariza comentó: “Quiero compartir lo feliz que estoy con la Pastoral Social. Gracias a las capacitaciones y talleres, las mujeres de mi comunidad parecen haber despertado de un largo sueño. Ahora, conocemos nuestros derechos, queremos que se respeten y luchamos para asegurarnos de que se cumplan. Asistimos a las reuniones comunitarias, participamos, levantamos nuestra voz y pedimos cosas para la comunidad, porque las mujeres tenemos una perspectiva diferente a la de los hombres. Entendemos mejor las necesidades de la comunidad”. Mariana Ayala y Mariza Galeano representan las voces de las mujeres en sus aldeas y se han convertido en faros de esperanza y determinación para quienes luchan por un futuro más justo y equitativo. * La comunidad indígena Sawhoyamaxa, del pueblo Enxet, pasó muchos años reclamando el derecho a sus tierras, de las que fue desalojada en la década de los 90. “Desarrollo rural en nueve comunidades indígenas del Bajo Chaco Paraguayo”, es un proyecto liderado por Church World Service y la Pastoral Social Diocesana Benjamín Aceval con el apoyo financiero de Growing Hope Globally. “Tenía verguenza de hablar durante las capacitaciones. No conocía que tenía derechos. Hoy en día es como que me desperté” Sonia Recalde Lideresa Espinillo “Esto que hace la Pastoral Social es lo más lindo que puede haber, porque vienen a educarnos sobre los derechos, a saber cómo podemos defendernos. Nos muestran cómo debemos vivir, entre niños, mujeres y varones, como parte de una sociedad” Martin Cabellero Líder Espinillo “Yo tenía miedo de hablar, eso es porque nadie me educó, nadie me enseñó sobre las leyes, pero ahora uso mi conocimiento. Aunque no sé leer bien, tengo en mi mente lo que tengo que decir. Donde voy, hablo sobre mis derechos” Estelvina Torrales Lideresa Aldea 9 de Agosto Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano Voces de mujeres indígenas 27 de agosto, 2024Leer ahora Respuestas locales al impacto del cambio climático en el Bajo Chaco Paraguayo 2 de febrero, 2024Leer ahora La experiencia de ser un líder comunitario indígena en el Gran Chaco 22 de septiembre, 2023Leer ahora
Las manos de doña Santos cosechan el futuro de su familia
Las manos de doña Santos cosechan el futuro de su familia | Autor: CWS | En la comunidad de Cunta, una pequeña vereda de Macuelizo, Santa Bárbara (Honduras), doña Santos está inspirando un cambio. Ella atravesó una fase de muchos desafíos tras la pérdida de su esposo y uno de sus cinco hijos, pero con el apoyo de su familia, logró sobreponerse y pasó de ayudar en la venta de verduras de un terreno ajeno a tener su propio espacio de cultivo. Ahora, cuenta con un equipo de jóvenes de la comunidad que la apoyan en la distribución de las verduras que cosecha y ya está planeando abrir su propia tienda. La suya es una de las 21 familias de la zona que están participando en el proyecto ‘Produce Verde’, implementado por nuestro socio local Comisión de Acción Social Menonita CASM, con el apoyo de Growing Hope Globally. En total, son 750 familias en los municipios de Macuelizo, Nueva Frontera y Azacualpa. “Por aquí siempre hemos tenido problemas de agua. Yo antes no sabía usar la motobomba, todo era más difícil. Después, fuimos aprendiendo más cosas”, cuenta doña Santos. Y es que precisamente, uno de los componentes del proyecto es la Seguridad Alimentaria Nutricional y Agricultura Familiar, que se enfoca en la formación en salud y nutrición de las familias rurales para fortalecer sus capacidades y promover su desarrollo. Familias como las de doña Santos reciben acompañamiento técnico, participan en diversas actividades de producción, saneamiento ambiental y prácticas sostenibles. Los participantes también asisten a reuniones con el gobierno local y a actividades sobre los derechos de las mujeres, emprendimiento y autocuidado. Participando en las formaciones, doña Santos aprendió a usar abonos orgánicos, aumentó la calidad de sus cultivos y aprendió a manejar sus ingresos. “Me siento muy bien porque ahora que estoy en este proyecto, he prosperado un poco. Tampoco tengo que comprar comida para mi familia, todo viene de la tierra. A veces, compramos chile. Ya estuve con un grupo de mujeres aprendiendo a hacer encurtidos.” Después de muchos años con una rutina que comienza a las 4:30 de la mañana, el trabajo de doña Santos se ha vuelto desgastante para su salud, pues a veces le duele mucho una rodilla y no puede salir a vender en su carreta. Sin embargo, ella ya está pensando en una solución: “Pienso poner una tienda para vender mis cosas. Yo no guardo el dinero sino que lo voy invirtiendo otra vez en el negocio”, dijo. Además de su proyecto con frutas y verduras, ella tiene un corral de gallinas y ya está preparando otro espacio para recibir la donación de un cerdo. Haz clic aquí para conocer más sobre los programas que acompañamos en Centroamérica. Relacionadas: Historias de cambio Voces de mujeres indígenas 27 de agosto, 2024Leer ahora “Animo a todos los jóvenes a aprender una profesión” 30 de julio, 2024Leer ahora “Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño” 24 de julio, 2024Leer ahora
El derecho al cuidado de mujeres familiares de personas privadas de libertad
El derecho al cuidado de mujeres familiares de personas privadas de libertad | Autor: CWS | ¿Qué significa tener derecho a cuidar y cuidarse? ¿Qué hacen los estados o están dejando de hacer para proteger este derecho fundamental de las personas? Estos fueron algunos de los principales puntos que abordaron las compañeras de la Red Internacional de Mujeres Familiares de Personas Privadas de la Libertad – Rimuf junto a organizaciones aliadas como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) de Argentina, en la audiencia pública sobre la solicitud de opinión consultiva presentada por Argentina para que la Corte Interamericana de Derechos Humanos precise los alcances del cuidado como derecho humano. La presentación comenzó con las palabras de Macarena Fernández Hoffman, del CELS quien hizo hincapié en el hecho de que “Las mujeres privadas de la libertad ven afectado su derecho a cuidar porque los sistemas están diseñados para retirar a las personas de sus entornos sin consideración de su responsabilidad de cuidado. Ellas mantienen la misma sobrecarga de cuidado que tenían en libertad, que se complejiza al tener que ser resuelta a la distancia y con pocos accesos de comunicación con el exterior”. Luego de eso, Maureen Esquivel, representante de Familia Penitenciaria Unida de Costa Rica afirmó que: “El encarcelamiento de una persona aumenta nuestras responsabilidades de cuidado y nos obliga a organizar nuestras vidas y proyectos para poder sostener esos cuidados, violando nuestro derecho al descanso. Es así que las mujeres familiares cargamos no con una doble, si no con una triple jornada laboral”. Por su parte, Giselle Amador, de la misma organización, concluyó: “Creemos que estos principios son esenciales para el reconocimiento de los derechos de las mujeres familiares de personas privadas de libertad que, repito, han tenido una carga ilegítima de los apoyos de las personas privadas de la libertad”. Recopilamos estas y otras apreciaciones aquí: https://www.cwslac.org/media/RIMUF-CIDH-captions.mp4 Conoce más sobre el trabajo de RIMUF aquí. Conoce más sobre nuestro trabajo con mujeres familiares de personas privadas de libertad aquí. Relacionadas: Niñez, familia y cárcel Libertad, un camino de resiliencia y aprendizajes para Claudia 9 de marzo, 2024Leer ahora Railda Alves y su lucha por los derechos de las personas privadas de libertad 8 de marzo, 2024Leer ahora El sueño de un maestro que está cambiando vidas 1 de agosto, 2023Leer ahora
Libertad, un camino de resiliencia y aprendizajes para Claudia
Libertad, un camino de resiliencia y aprendizajes para Claudia | Autor: CWS | Claudia Cardona hizo de su historia de vida una voz para muchas mujeres privadas de libertad o que acaban de recuperarla. Lideró, con sus compañeras, la creación de Mujeres Libres Colombia y ha ganado un lugar en debates, audiencias y encuentros nacionales y regionales sobre el tema. Cada día, ella se reconcilia más con un pasado que le dejó valiosos aprendizajes. Cuando estuvo en prisión, en varias ocasiones fue elegida como representante de los Derechos Humanos, pero como desconocía tantas exigencias que podía hacer, normalmente pedía ayuda con alimentación y productos de higiene. En el 2017, Claudia salió de la cárcel, entró a formar parte de la Comisión de Seguimiento al Estado de Cosas Inconstitucional de Colombia y conoció algo que la dejó impactada: las Reglas de Bangkok. “Yo no podía creerlo”, recuerda, y es que sólo después de nueve años y tres meses en prisión, supo de la existencia de un recurso que le hubiera ayudado mucho antes. Igual le pasó con el reglamento del instituto penitenciario de Colombia Inpec, documento que exigió muchas veces y que sólo conoció al salir de la cárcel. Un impulso de justicia social la llevó a comparar ambos reglamentos y reportar todos los incumplimientos que no coincidían con la realidad. “Yo quería ver las caras de mis compañeras. Yo conocía sus historias y a cada una le di la regla que yo sabía que habían vulnerado con ellas”, recuerda. Esto quedó plasmado en el tercer informe de la Comisión de Seguimiento. Menos de un año después, y con la experiencia que venía cultivando, Claudia fundó, junto a otras compañeras, Mujeres Libres Colombia. Esta organización busca eliminar el sufrimiento para todas las mujeres y sus familias, fomentando la abolición de la prisión y, mientras esto sucede, mitigando sus efectos negativos a través del apoyo y la solidaridad mutua. “Aquí las mujeres encontraron un lugar para desahogarse, porque no podían hablar de esto (sus vivencias, denuncias, experiencias) en sus casas. Aquí era un espacio seguro para todas“, comenta Claudia, y describe que cuando las mujeres salen de prisión, se enfrentan al desafío de reconstruir una familia desconectada o enterarse de que sus hijos pasaron por maltratos; todo esto, mientras buscan trabajo, intentan integrarse a la sociedad y recuperarse psicológicamente. En su caso, para Claudia lo más importante fue encontrarse con su hija. En una ocasión, la invitaron a dar una conferencia en Chile y decidió llevarla. Por inconvenientes en Migración, donde detuvieron a Claudia durante 12 horas, ella perdió el vuelo, pero animó a su hija a que siguiera el viaje con una compañera de trabajo, quien estaba autorizada como su acudiente. Así fue: Ella no sólo representó a su mamá sino que compartió sus reflexiones y recuerdos, como el haber aprendido a cocinar a través de una llamada telefónica. “Ella vio la oportunidad de lo que yo estaba haciendo para vivir su proceso y aprender”, asegura Claudia. En los años siguientes, su hija se involucró más en las actividades de Mujeres Libres Colombia. Por otro lado, en el 2021 la organización entró a formar parte de la Red Internacional de Mujeres Familiares de Personas Privadas de la Libertad RIMUF, plataforma que abrió más caminos y posibilidades para conectar con otras mujeres en el continente. El año pasado, el trabajo de la organización dio más frutos. Precisamente, el 8 de marzo, el presidente de Colombia Gustavo Petro, sancionó la Ley 2292 de 2023, que permite a mujeres cabeza de familia cumplir sus penas fuera de la prisión, prestando servicios sociales no remunerados. Paralelo a esto, Mujeres Libres Colombia adelantó más acciones de incidencia y logró por la sanción de la Ley de Salud Menstrual en el 2022, ahora están abogando para que se reglamente. En el 2023, la organización logró dictar 15 talleres de salud sexual y reproductiva y otros temas, en siete cárceles de Colombia, y capacitó a más de 500 mujeres. Cuando mira para atrás, Claudia asegura que siente orgullo, no sólo por ella sino por las 11 integrantes que hoy conforman la organización, mujeres que antes no lograban hablar y en ocasiones, sólo lloraban. Hoy, son ellas quienes le recuerdan qué temas debe mencionar en las audiencias y ponencias en las que Claudia participa. “Con la visita a las cárceles, ellas también pudieron conocer otros lugares de su país. Muchas, ni siquiera habian salido de Bogotá o viajado en avión”. Desde CWS nos enorgullece acompañar a organizaciones como Mujeres Libres Colombia e historias como la de Claudia, un ejemplo de liderazgo y determinación de una madre que transformó sus peores pesadillas en sueños por construir con su hija y un colectivo de mujeres que cada día se fortalece más. Relacionadas: Niñez, familia y cárcel Libertad, un camino de resiliencia y aprendizajes para Claudia 9 de marzo, 2024Leer ahora El sueño de un maestro que está cambiando vidas 1 de agosto, 2023Leer ahora Familiares de personas privadas de libertad, por primera vez ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) 14 de julio, 2023Leer ahora
Respuestas locales al impacto del cambio climático en el Bajo Chaco Paraguayo
Respuestas locales al impacto del cambio climático en el Bajo Chaco Paraguayo | Autor: CWS | Todos los años, el 2 de febrero, se conmemora el Día Internacional de los Humedales. Se estima que en los últimos 50 años, el mundo ha visto desaparecer el 35% de sus humedales, un ecosistema vital que se esfuma tres veces más rápido que nuestros bosques. En el 2023, a pesar de sus extensas áreas húmedas, el Bajo Chaco Paraguayo experimentó eventos climáticos extremos con inundaciones y luego, sequías. De acuerdo con informaciones de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil y la Dirección de Meteorología e Hidrología en Paraguay, las intensas lluvias entre febrero y marzo registraron acumulaciones de hasta 700 mm en menos de 30 días, lo cual afectó a las comunidades indígenas de la región, especialmente las más alejadas de las carreteras pavimentadas, como Yakye Axa, Colonia 96 y Buena Vista. En contraste, la escasez de lluvias entre abril y noviembre causó una sequía de ocho meses. A pesar de llenar reservorios en el primer trimestre, las comunidades se quedaron sin agua potable en octubre. A pesar de estos impactos, nuestro socio local, la Pastoral Social Benjamín Aceval implementó un proyecto en las comunidades indígenas Enxet Sur, que incluye la rehabilitación o expansión de la infraestructura hídrica, la participación activa de mujeres indígenas en la gestión del agua, el fomento de la participación ciudadana en la Mesa Técnica Departamental sobre Cambio Climático, y la colaboración con otras comunidades para identificar los riesgos climáticos. Un total de 250 mujeres, jóvenes y hombres de 19 aldeas recibieron capacitaciones en derechos humanos durante el 2023. Además, se promovió la alfabetización de 75 personas. También se desarrollaron otros procesos como actividades comunitarias, promoción de la seguridad alimentaria y reactivación de las huertas agrícolas. Este año, la meta es alcanzar a las nueve de las tres comunidades que ya están participando. Este proyecto, que se implementa con el apoyo de Growing Hope Globally, demuestra que la acción local puede marcar la diferencia. La rehabilitación de la infraestructura hídrica, la participación ciudadana y las prácticas regenerativas son pasos fundamentales hacia la resiliencia frente a los impactos del cambio climático. Conoce más de la Pastoral Social Benjamín Aceval, en su página de Facebook. Relacionadas: Gran Chaco Sudamericano La experiencia de ser un líder comunitario indígena en el Gran Chaco 22 de septiembre, 2023Leer ahora Sistemas de captación de agua de lluvia para superar los desafíos climáticos en el Gran Chaco 23 de agosto, 2023Leer ahora “Estoy orgullosa de ser una chica trans que juega al fútbol, es mi pasión” 28 de junio, 2023Leer ahora
Familiares de personas privadas de libertad, por primera vez ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
Familiares de personas privadas de libertad, por primera vez ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) | Autor: CWS | “Ustedes se han convertido en verdaderas defensoras de derechos humanos”. Esta fue una de las frases con las que Esmeralda Arosemeña, vicepresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, cerró la audiencia pública en la que participaron, y se expresaron con claridad, contundencia, solidez y compromiso, las representantes de las organizaciones que integran la Red Internacional de Mujeres Familiares (RIMUF). Para todos quienes hemos venido acompañando a las familiares en estos años, verlas y escucharlas el pasado miércoles 12 de julio, nos generó mucha emoción, orgullo y también, nos dio esperanza. Para CWS, esta historia comenzó en el 2013, cuando, al tiempo que empezamos a explorar cómo el encarcelamiento de un familiar impactaba en la vida de un/a niño/a o adolescente, conocimos, y decidimos empezar a apoyar, el trabajo de la Asociación Civil de Familiares de Detenidos de Argentina (ACIFAD). Como en su momento dijo Andrea Casamento, fundadora y directora de ACIFAD y principal impulsora de RIMUF: “CWS se encontró con un pequeño grupo de mujeres que no podían parar de llorar, solas, desbastadas por el dolor, por el descrédito social, atravesadas por múltiples violencias. Éramos familiares de personas privadas de libertad que no sabíamos a dónde pedir ayuda. Más allá de todo eso, decidieron apoyarnos”. A partir de ahí, inició un trabajo conjunto entre CWS y ACIFAD nuestro trabajo para problematizar y visibilizar la temática junto con otros aliados locales en Argentina. Ese camino incluyó participar en charlas, reuniones, talleres, jornadas dentro y fuera de las cárceles, procesos de investigación, de producción de materiales audiovisuales y muchas otras acciones. Más adelante, en el 2015, ACIFAD se incorporó a la Plataforma NNAPES, y a medida que compartían sus experiencias y saberes con otras organizaciones a nivel regional, la asociación entendió que las familiares se enfrentaban a desafíos y problemas muy similares, independiente de las diferencias entre culturas y países. Con base a esto y a otros eventos en los que las compañeras de ACIFAD participaron, identificaron la necesidad de formar una red internacional. Es así que en el 2021, con el apoyo de CWS, se crea la RIMUF. En estos dos años la Red creció, se consolidó y alentó a otros grupos de familiares a que se organicen y hagan oír su voz. Además, las compañeras publicaron el primer Informe sobre mujeres familiares de personas privadas de libertad y los Principios de Bogotá, documentos que hoy informan su trabajo y son citados por otros que se interesan en estos temas. Por otro lado, la labor, visión y compromiso de Andrea (y en su nombre, el de todas las mujeres familiares) fue reconocido por el Estado Argentino. Hoy ella hace parte del Subcomité de Prevención de la Tortura de Naciones Unidas, siendo la única familiar que figura como integrante. Todo este reconocimiento y legitimidad adquirida en tan poco tiempo por las familiares que lideran e integran las nueve organizaciones que conforman RIMUF, sumado al apoyo de organizaciones como WOLA y Documenta AC, fueron algunas de las claves que le permitió a la Red tener esta oportunidad histórica en la CIDH en la cual, como dijo Tania Reneaum, Secretaria Ejecutiva de este órgano. “Hicieron visible un tema que es completamente invisible”. Hace unos años, en el 2016, en Desinvisibilizar (documental producido por CWS y ACIFAD, que invitamos a ver aquí) Martín Coria, Representante Regional de CWS para América Latina y el Caribe, compartió su visión, la cual ha guiado nuestro trabajo en estos años: “El día que dejemos de hablar las ONG y comiencen a hablar las mujeres y los/as niños/as que tienen a familiares privados de libertad, habrá un cambio cualitativo”. Muestras de ese cambio lo vimos, en el 2021 con la presentación de tres representantes de la Plataforma NNAPES ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y esta semana, con la participación de las compañeras de RIMUF en la audiencia ante la CIDH. Desde CWS celebramos que este cambio esté ocurriendo y nos comprometemos a seguir acompañando, de la mejor manera posible, para que continúe. Relacionadas: Niñez, familia y cárcel Inicia la fase II del proyecto PREVENIR 14 de junio, 2023Leer ahora Abrazos, una serie que narra experiencias de infancias con familiares privados de libertad 11 de noviembre, 2022Leer ahora Más de una década de incidencia con la Plataforma NNAPES 9 de noviembre, 2022Leer ahora
“Detrás de mi historia, hubo una familia que me abrazó”
“Detrás de mi historia, hubo una familia que me abrazó” | Autora: Mónica Arango | Delfina Acosta es una joven brillante y motivada de Orán (Salta, Argentina). Sus amigos la llaman Delfi, le encanta escuchar música, hacer nuevos amigos, jugar fútbol y rugby. Delfina también es pionera: fue la primera estudiante transgénero en graduarse de la universidad de su provincia. Esta joven de 27 años es licenciada en Comunicación Social por la Universidad de Salta, en la ciudad de Tartagal (Argentina). Con su título y su pasión, ahora Delfina es activista y dedica su tiempo a luchar por la igualdad de género. Hoy trabaja en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, en la Agencia Territorial en Salta. Delfina fue una de las participantes en el “Estudio Exploratorio sobre Vulneración y Promoción de Derechos de la Población LGBTI+ en municipios del Gran Chaco Sudamericano”, realizado por CWS. Este informe captura las voces y demandas de las personas LGBTI+ en esta vasta región y ofrece recomendaciones para tomar acciones sociales y políticas. Antes del informe, “no teníamos una herramienta académica ni datos concretos sobre la población LGBTIQ, y específicamente sobre la población trans”, explicó Delfina. “Este estudio ha sido una motivación para poder conocer a otras personas que también trabajan en este tema y tienen experiencia en nuestra provincia”. A través del reporte, Delfina siente que a la comunidad LGBTIQ+ se le ha dado una voz y una posición más fuerte. Ella quiere seguir luchando por sus derechos a ocupar espacios y ser escuchados y escuchadas. La joven trabaja por este objetivo en el grupo de investigación del que hace parte, denominado “Área sobre Género, Feminismos y Disidencias Sexuales” en la Universidad Nacional de Salta. Esta institución también colaboró y participó en el estudio de CWS. Entre muchas de sus metas inspiradoras, Delfina nos dijo que su mayor sueño es abrir “La Casita Trans”, una casa para recibir, escuchar y educar a personas transgénero y travestis. “Sé que lo lograremos”. Delfina es un ejemplo de lucha admirable y representa el espíritu de aceptación y deseo de un mundo donde todos sean acogidos. Mira el reporte completo aquí: Estudio Exploratorio sobre Vulneración y Promoción de Derechos de la Población LGBTI+ en municipios del Gran Chaco Sudamericano. Este estudio es una expresión del compromiso institucional con la construcción de un mundo con paz y justicia, donde ningún tipo de discriminación u otra forma de violencia sea tolerada o promovida hacia ningún grupo o colectivo de personas, donde todos los derechos sean reconocidos y respetados y donde siempre el diálogo, y no el agravio, sea el camino. Fotos cortesía: Delfina Acosta Relacionadas: –
Catarina y Juana: Dos mujeres comprometidas con su familia y su comunidad
Catarina y Juana: Dos mujeres comprometidas con su familia y su comunidad Catarina Juárez de León y Juana López García son promotoras locales en el proyecto de seguridad alimentaria y nutrición que CWS apoya en comunidades Maya Mam de Quetzaltenango (Guatemala). Participan 490 familias. | Autora: Erwin Garzona | Catarina, es una valiente madre soltera que lucha para sacar adelante a sus hijas Luci e Imelda, completó sus estudios primarios y trabaja como promotora del proyecto desde hace más de dos años. Juana, es una joven soltera que apoya a sus padres y hermanos, es maestra de educación infantil que, ante la falta de empleo, lanzó como emprendedora una pequeña cafetería que debió cerrar debido al impacto de la pandemia, y es promotora en el proyecto hace poco más de un año. El proyecto, implementado por nuestro socio local CIEDEG (Conferencia de Iglesias Evangélicas en Guatemala), ofrece acceso a recursos agropecuarios como semillas, insumos para preparar abonos, ganado ovino y porcino, y orientación técnica para la producción y aprovechamiento de alimentos, y el mejoramiento de la nutrición. También se impulsa la generación de ingresos mediante la venta de algunos de los productos agrícolas. Asimismo, se promueven los derechos de la mujer y el empoderamiento de las mujeres. Ellas representan más del 90% de participantes directas en el programa. Debido a la pandemia y las limitaciones de movilización y encuentros presenciales, Catarina y Juana se han convertido en los ojos, oídos y manos de CIEDEG en el día a día del proyecto en las comunidades locales. Ellas compran y distribuyen semillas y otros insumos agrícolas, facilitan capacitaciones sobre derechos de las mujeres, hacen monitoreo y seguimiento visitando a las familias y sus huertos, y reportan a CIEDEG sobre dificultades o avances. Recientemente, también aplicaron entrevista para un diagnóstico participativo sobre disponibilidad, acceso, uso y consumo de alimentos, y talla-peso en niñas y niños menores de cinco años. Al preguntarles qué han aprendido a través del proyecto, Catarina y Juana nos contaron que “la convivencia con otras mujeres y con las comunidades nos han dado aprendizajes nuevos”. Señalan que han aprendido sobre agricultura, seguridad alimentaria y derechos de las mujeres. Ellas destacan su compromiso con su comunidad y el agradecimiento que sienten por poder trabajar en el proyecto. No es casual que la primera palabra que me enseñaron en su idioma, el Maya Mam, fue “gracias”: Chjonte. Por otro lado, comentaron que es importante valorarse como mujer, conocer y defender sus derechos. “En San Martín y San Juan, y hasta en mi familia, las mujeres no se daban su lugar y no participaban en la comunidad, o sus esposos les vedaban la participación, se discriminaba a la mujer”, dijo Juana. Esto implicaba que solo los hombres tenían el derecho de trabajar e ir y participar en actividades de la comunidad, y a las mujeres les estaba vedado. Por su parte, Catarina afirmó que “por eso es importante aprovechar las oportunidades y participar”. Y aunque ahora ven más participación de las mujeres, incluyendo la posibilidad para muchas de continuar estudios, los cambios aún son insuficientes. “Tenemos que animar a otras mujeres a que conozcan sus derechos y se valoren, es importante por eso informar y capacitar”, dijo Juana. Y en el contexto del Día Internacional de la Mujer, ella agregó: “Me gustaría decirles a todas las niñas, señoritas, mujeres, que conozcamos nuestros derechos, nos valoremos y participemos en todos los espacios para aprender y poner en práctica la igualdad; es necesario participar para combatir la discriminación y que valoremos a las niñas y mujeres”. “Es importante celebrar el Día Internacional de la Mujer porque habla sobre la igualdad de todos. Todas las mujeres tenemos derecho de trabajar, abuelas, madres, hijas, todas tenemos derechos. Saludo a todas las mujeres en este mismo día”, concluyó Catarina. Conoce algunos de los testimonios de las mujeres que participaron en este proyecto de seguridad alimentaria y nutrición: Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala. Relacionadas: Centroamérica Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala 3 de marzo, 2022Leer ahora “Cuando se emigra, se sabe que hay muchos riesgos en el camino” 16 de diciembre, 2021Leer ahora
Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala
Josefa y Rosa comparten sobre las iniciativas de sus aldeas en Guatemala Un grupo de mujeres en Nebaj cosecha los resultados de una siembra cuidada con cariño; y otro, en San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuntalco, cría animales con la cooperación de la comunidad. Historias de cambio. | Autora: Mónica Arango | Cuando el sol aún no asoma sus primeros rayos del día, Josefa Pérez ya está despierta orando. “Pido para que la cosecha aumente, que este año tengamos más siembras”. Por eso, lo primero que hace después de preparar el desayuno y limpiar la casa, es salir a ver sus cultivos de arveja, repollo, brócoli y papa. Al igual que otras mujeres de la aldea La Pista, ubicada en Nebaj, en el departamento El Quiché (Guatemala), ella se esmera y pasa la mayoría de su tiempo en el huerto para cuidar la producción de vegetales que le sirve de alimento a su familia, y de ayuda financiera cuando logran vender la producción en el mercado campesino local, donde venden otros pequeños productores como ella. Esta es una de las iniciativas en las que participan 490 familias como la de Josefa. Se trata del proyecto de Semillas de Esperanza para Seguridad Alimentaria y Nutrición, implementado por CWS a través de su socio local CIEDEG, y con el apoyo de Growing Hope Globally. Además de semillas y plantas, las familias reciben insumos químicos y orgánicos para preparar abonos; materiales para reconstruir o mantener sus invernaderos, sistemas de riego, equipos para aspersión de fertilizantes y plaguicidas orgánicos y/o químicos. Además de Nebaj, el programa se desarrolla en San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuntalco, en el departamento de Quetzaltenango. Los participantes recibieron semillas para sembrar en sus huertas e invernaderos. Algunos también accedieron a capacitaciones en asuntos como derechos humanos, derechos de las mujeres, seguridad alimentaria e higiene. La aldea La Pista está rodeada de montañas y aunque normalmente hace frío, estos primeros días del año han sido cálidos, con poca lluvia. Y sin importar el clima, Josefa y cuatro compañeras más van al huerto y al invernadero a trabajar, luciendo sus trajes típicos de la etnia Maya Ixil: usan faldas largas llamadas ‘cortes’ y blusas amplias llamadas ‘huipiles’, que son de algodón, bordadas con flores, animales y símbolos que identifican a sus comunidades en colores alegres. “Estamos contentas. Ha sido una buena cosecha. En el invernadero tenemos tomate, chile jalapeño, chile pimiento y pepino”, dice Josefa. De igual forma, a unos 135 kilómetros de Nebaj, CIEDEG también implementa el proyecto en seis aldeas: Toj Mech, El Rincón, La Estancia y Toj Alik (en el municipio de San Martín Sacatepéquez); y Nueva Concepción y Agua Blanca (en el municipio de San Juan Ostuncalco). En la Nueva Concepción, conversamos con Rosa Elvira Vásquez, quien cuida de sus animales y cultivos mientras carga a Alexa (18 meses) en la espalda. Ella es la menor de sus cuatro hijas. La familia de Rosa recibió un cerdo hace dos años, gracias al apoyo de CWS y LDS Charities, ahora tienen tres. También recibió semillas y sembró maíz, papa, cilantro, remolacha, rábano y zanahoria. Esta es otra iniciativa que ha traído resultados para las familias de San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuncalco. La cadena productiva de pase consiste en que varias familias reciben animales como cerdos, gallinas y ovejas, y cuando estos se reproducen, son repartidos a otras familias, para que puedan iniciar su proceso de cría y venta. Los recursos que obtienen con esta actividad les ayuda a comprar otros alimentos, medicinas, ropa y útiles escolares para sus hijos. “He aprendido mucho, lo que recogemos en los huertos nos sirve para preparar el almuerzo y las comidas”, dice Rosa, y aunque nos contó que ella no tuvo la oportunidad de estudiar, sus hijas ya entraron a la escuela. En una próxima etapa del proyecto, se ofrecerán talleres de seguridad alimentaria y técnicas agrícolas para los técnicos y promotores de CIEDEG y las organizaciones locales, y se terminará de medir talla y peso en niños menores de cinco años para determinar sus condiciones nutricionales. Fotos: CIEDEG Relacionadas: Centroamérica y México Aliados de CWS alertan sobre el deterioro del Estado de Derecho en Guatemala 18 de octubre, 2022Leer ahora Trabajan en equipo para cuidar de los cultivos 13 de septiembre, 2022Leer ahora Semillas de Esperanza para 917 familias en Guatemala 20 de julio, 2022Leer ahora