Railda Alves y su lucha por los derechos de las personas privadas de libertad | Autor: CWS | “Cuando una persona comete un delito, se paga una doble condena. La persona va a la cárcel y cumple la suya, pero la otra condena es la que pagan también sus hijos y familiares que quedan afuera sufriendo. Luego, cuando sale, sigue el estigma social. Y esa condena es perpetua”. Railda Alves tiene 57 años, nació en el noreste de Brasil, en Bahía, pero se crió y vive en las afueras de São Paulo desde sus 5 años. Su historia está marcada por un hecho que cambió su vida para siempre, el día en que su hijo fue arrestado. “Ahí comenzó todo mi proceso, en ese momento no entendía nada”. En una de las primeras visitas ella empezó anotar hematomas y signos de tortura en el cuerpo de su hijo y fue ahí cuando sintió que tenía que comenzar a luchar por hacer valer sus derechos. “Comencé a hablar con otras familias, a repartir papeles escritos a mano en las filas de la cárcel con mis datos, para que otras mujeres y familiares entraran en contacto conmigo. Necesitábamos cambiar toda esa realidad y organizarnos”. Como resultado, en el 2004, y bajo su liderazgo, nació AMPARAR. La organización tiene como objetivo acompañar y asistir jurídica y socialmente a los grupos de familiares de personas privadas de libertad. “Una de las primeras denuncias que hicimos fue en relación a las revisiones que nos hacen al entrar a la cárcel ya que nos parecía humillante, quedarse ahí desnuda para que me revisaran y confirmaran que no llevaba nada ilegal o prohibido”. AMPARAR se reúne virtual y presencialmente de manera regular para escuchar a los familiares y acompañarlos durante estos procesos. “Son personas invisibles para el poder público y que no reciben ningún tipo de ayuda”, dice Railda, quien señala que en primer lugar para ella, la organización le ha brindado un acompañamiento fundamental , pues cuenta con apoyo psicológico y una red de contención que la acompañan cuando se acerca la fecha de visitar a su hijo en la cárcel. “Para mí también es difícil. A veces pienso que no tengo más fuerza, pero llega un nuevo caso, y comienzo a hacer el acompañamiento, y eso me ayuda incluso, a salir de mi propio problema. Mi vida es eso, estar pendiente del celular a toda hora para acompañar a las familias”. Por otro lado, Railda comenta que también la alienta saber que “hay organizaciones en otros países que sostienen luchas similares”. En este sentido, destaca la participación y lo importante que ha sido para la organización el integrarse a la Red Internacional de Mujeres Familiares de Personas Privadas de la Libertad (RIMUF), fundada en el 2021 gracias al apoyo de CWS. Hoy en día, RIMUF se ha transformado en una referencia a nivel regional en relación a temas relacionados con el género, la justicia y la cárcel. “Cuando uno participa en estas redes, empieza a tener otra visión, porque entiende que no sólo en su país existen estos problemas y entiende que la cuestión del encarcelamiento es global. Es muy importante poder escuchar y entender otras perspectivas en relación al tema”, dice. La historia de Railda Alves es un testimonio de resiliencia y dedicación de una madre que transformó la adversidad en una fuerza para cambiar la realidad de las familias afectadas por la prisión en Brasil. Desde CWS nos enorgullece acompañar a organizaciones como AMPARAR, lideradas por mujeres que nos enseñan, inspiran y lideran acciones para generar cambios positivos en la sociedad. Relacionadas: Niñez, familia y cárcel El derecho al cuidado de mujeres familiares de personas privadas de libertad 9 de abril, 2024Leer ahora Libertad, un camino de resiliencia y aprendizajes para Claudia 9 de marzo, 2024Leer ahora El sueño de un maestro que está cambiando vidas 1 de agosto, 2023Leer ahora