Migración en el Tapón del Darién: una lucha por la supervivencia

Migración en el Tapón del Darién: una lucha por la supervivencia | Autora: Mónica Arango | Desde que salió de su casa en Camerún, África central, con su familia, Alejandro ha atravesado más fronteras y países de los que nunca se imaginó, y a pesar de las dificultades que vivió, el mayor desafío fue atravesar la densa selva tropical del Darién*.   “Este camino es fatal, la gente se va muriendo. He visto cuerpos en el camino, he visto personas ahí, en el bosque; intentamos pedir ayuda, pedir un rescate, pero no es fácil”, contó.   Conocí a Alejandro hace un par de meses, cuando visité la frontera entre Colombia y Panamá con un grupo de organizaciones que conforman la red Como Nacido Entre Nosotros*, entre ellas, CWS. Cada año, en esta frontera miles de personas arriesgan sus vidas y las de sus familias para llegar a Centroamérica, continuar con una ruta en la que les esperan más peligros y si lo logran, llegar a los Estados Unidos para comenzar a conquistar el sueño de una vida segura y mejor.   Pero las cosas no son como parecen. Es una lucha por la supervivencia, una mezcla de miedo a lo desconocido y determinación por buscar una vida mejor.   Durante la visita a uno de los campamentos, conversé con otras familias como la de Alejandro, y además de compartir recuerdos horribles sobre todo lo que vivieron en la selva, había otro sentir general: “Si yo hubiera sabido cómo iba a ser esta ruta, jamás lo hubiera hecho”.   La desinformación es gigante. Las personas confían, se dejan llevar por grupos ilegales que les ofrecen un viaje “seguro” para cumplir sus sueños. En medio de una gran vulnerabilidad, falta de oportunidades y calidad de vida, las familias resuelven irse, dejar sus hogares, y con mucho sacrificio, reúnen el dinero que les exigen (entre 150 y 300 dólares) para llevarlos “al otro lado” del mundo. Hay canales de WhatsApp, anuncios en redes sociales e incluso agencias de viaje clandestinas que no ofrecen sueños, los sepultan.   Después de la frontera entre México y los Estados Unidos, la frontera entre Colombia y Panamá es la más peligrosa. De acuerdo con el Servicio Nacional de Migración de Panamá, en el 2022, más de 238 mil personas de más de 70 nacionalidades atravesaron ilegalmente este lugar, una cifra histórica* que representa un llamado de atención a las naciones y a la sociedad.   En el campamento vi niños y niñas con hambre, asustados; personas enfermas, con heridas de accidentes; familias que sobrevivieron a un drama tormentoso tras atravesar el pantano, la lluvia y el frío en la selva, pero que lo habían perdido todo, sus únicas pertenencias era lo que llevaban puesto y el pasaporte colgando del cuello, dentro de una bolsa plástica.   También vi a familias llorando, desesperadas buscando ayuda para que alguien fuera a rescatar a sus hijos, hermanos o padres que habían perdido la batalla en la selva, y de quienes no tenían noticias hace varios días. Vi la impotencia en el rostro de médicos, voluntarios y líderes comunitarios que, con pocos recursos, llegaron a ofrecer una ayuda mínima, básica y digna. Pero no es suficiente.    Estamos viviendo una turbulencia política, económica y social que ha llevado a un éxodo masivo de personas que buscan algo tan básico que probablemente, tú, que lees este texto, ya lo tienes: un techo dónde dormir y un plato de comida en tu mesa.   “Yo quiero lo que cualquier persona quiere, una casa y comodidad para mi familia, estar tranquilos, poderle ofrecer un futuro a mis hijos”, me dijo Alejandro antes de subirse al bus que lo llevaría a él y su familia a Costa Rica. Hace tres meses no sé de él, ni de las personas que conocía en medio de tanto dolor y necesidad. Hace meses que, junto con las organizaciones que participaron en la brigada de ayuda ese día, nos preguntamos qué sucedió con esas familias, ¿Llegaron a la frontera de México y Estados Unidos? ¿Están bien?   ¿Y qué podemos hacer nosotros? La misión y el compromiso es gigante, pero empieza con nosotros. Cuando dejar su país es la única opción que les queda, CWS brinda protección, ayuda y acompañamiento. Conoce más sobre nuestro trabajo con personas migrantes y refugiadas     *Con 575 mil hectáreas, el Parque Nacional el Darién es el más grande de Panamá y el área protegida más grande de Centroamérica y el Caribe. *Como Nacido Entre Nosotros es una campaña de alcance regional que sensibiliza, moviliza, incide en temas de migración en América Latina y el Caribe. *En el 2021, la cifra de personas que atravesó el Tapón del Darién fue de cerca de 133 mil. En el 2022, el número llegó casi al doble y las autoridades estiman que este año va a ser de casi 400 mil. Personas migrantes y refugiadas Albergue Abba House firma acuerdo a favor de los migrantes con discapacidad 16 de diciembre, 2022Leer ahora “Cuando se emigra, se sabe que hay muchos riesgos en el camino” 16 de diciembre, 2021Leer ahora

CWS trabaja en más de 30 países incluyendo Estados Unidos y es miembro de la Alianza ACT y de InterAction (Consejo Estadounidense para la Acción Internacional Voluntaria).

 

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