«La Bendición»: una finca que alimenta a la familia Rivera

"La Bendición": una finca que alimenta a la familia Rivera

Rogelio Rivera, su esposa Suyapa Villeda y su familia han transformado su pequeña finca, La Bendición, en un hogar próspero y sostenible en La Sierra, Honduras. A través del proyecto Produce Verde, han adoptado nuevas técnicas agrícolas, diversificado sus cultivos y compartido recursos para fortalecer tanto su sustento como su comunidad.

23 de abril, 2025 | Autora: Mónica Arango | Centroamérica

Rogelio Rivera, 62 años. Honduras. Foto: CASM.

Gracias a Dios por un nuevo día”, dice Rogelio cada mañana antes de iniciar sus labores: alimenta a la novilla, riega los cultivos, da agua a las gallinas y supervisa el pastoreo de las ovejas. Su esposa, Suyapa, prepara las tortillas fortificadas y licuados verdes que aprendió a hacer, antes de comenzar su trabajo con la huerta y los animales. 

 

Rogelio Rivera y Suyapa Villeda viven con sus tres hijos en la comunidad de La Sierra, Macuelizo, Santa Bárbara. Esta zona de clima fresco, rodeada de pinos y compuesta por unas 30 familias, los acogió hace más de cuatro décadas.

 

Desde que se unieron al proyecto Produce Verde, implementado por la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), han aprendido nuevas técnicas agrícolas y construido el gallinero que necesitaban. También diversificaron sus cultivos con plátano, yuca, frijoles, hortalizas como rábano y mostaza, y árboles frutales como manzana, papaya, piña y limón. La familia cría animales, incluidos cerdos, gallinas y ovejas, y ha comenzado a mantener colonias de ‘meliponas’, abejas nativas sin aguijón, cuya miel utilizan con fines medicinales y para la venta.

 

Su finca, La Bendición, es ahora una fuente de orgullo. “No sabíamos cómo hacer este abono”, dice Rogelio, mostrando las lombrices que se mueven en la tierra que sostiene en la mano. “Estamos muy agradecidos con Dios”, añade, señalando con entusiasmo los sacos de abono que ahora representan autosuficiencia y un suelo sano del que cosecha alimentos para su familia.

 

 

Cultivando habilidades 

 

María Suyapa Villeda, 57 años y Rogelio Rivera, 61 años. Honduras. Foto: CASM.

Suyapa comparte con orgullo que ahora sabe cómo cuidar mejor su huerta. “Aprendí a cuidar de mis animalitos y muchas cosas más de agricultura. Me encantan mis gallinitas”, afirma. También forman parte de un grupo que promueve prácticas sostenibles, como evitar la quema de desechos y utilizar abono orgánico en cultivos en terrazas.

 

Como muestra de su compromiso con la comunidad —y como parte del proyecto— la familia participa en la práctica de “pase en cadena”, la cual consiste en entregar un cerdito a otra familia en una comunidad vecina para que lo críen, puedan reproducirlo y eventualmente, vender como una fuente adicional de ingresos.

 

Como señala César Soriano, de CASM: “Este proyecto y el empeño de las personas representan un compromiso natural con la tierra y una disposición de experimentar con nuevas prácticas”

 

El proyecto Produce Verde es implementado por nuestro socio local, la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), con el apoyo de Growing Hope Globally.

 

Conoce más sobre nuestro trabajo en Centroamérica.

Relacionadas:

La familia Gutiérrez cultiva vida y esperanza en Honduras

La familia Gutiérrez cultiva vida y esperanza en Honduras

Pedro Pablo Gutiérrez y su familia han transformado su pequeña finca en Las Varas, Honduras, en un hogar autosuficiente y próspero con el apoyo del proyecto Produce Verde. A través del trabajo en equipo, prácticas agrícolas sostenibles y el compartir con la comunidad, han creado una vida basada en la resiliencia, la salud y la generosidad.

22 de abril, 2025 | Autora: Mónica Arango | Centroamérica

Rosa Amalia Gonzales, Pedro Pablo Gutiérrez & Glenda Xiomara Gutierrez. Honduras. Foto: CASM.

Cada mañana, Pedro Pablo Gutiérrez comienza su día con una oración y una taza de café caliente. Él vive junto a su esposa Rosa y su hija Glenda en la comunidad de Las Varas, Macuelizo, en el departamento de Santa Bárbara, Honduras.

Ellos cuidan su finca con esmero. Su día empieza temprano: alimentan a los cerdos, revisan el estanque de peces, atienden a los animales y supervisan los cultivos. “Aquí hacemos de todo un poquito”, compartió Pedro Pablo.

 

El cultivo de piña es su tarea favorita. “Nos encanta su sabor, por eso lo disfrutamos tanto”, dice, señalando las hileras escalonadas que han sembrado. Algunas piñas ya están listas para cosechar, mientras que otras apenas comienzan a crecer. Esta fruta también les genera ingresos, ya que las venden en pueblos vecinos. “La piña se vende bien; tiene un buen mercado.”

 

Pedro Pablo Gutiérrez, 62 años. Honduras. Foto: CASM.

Además de las piñas, la familia cultiva maíz y frijoles y mantiene una gran variedad de plantas. También crían cerdos, gallinas, patos y ovejas, y cuentan con un pequeño estanque de peces. “Los peces no se ven, pero ahí están. Cada mañana encendemos el sistema de agua y los alimentamos”, explica Pedro Pablo, orgulloso del esfuerzo de su familia.

 

Uno de sus logros más significativos es haber podido compartir uno de sus cerditos con otra familia como parte del proyecto. “La llamamos ‘la jefa’”, dice, señalando a la madre preñada. “Dar el cerdito nos hace sentir útiles”, afirma Pedro Pablo.

 

 

Construyendo un hogar autosuficiente y más saludable

 

Desde que se unieron al proyecto Produce Verde, implementado por la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), han aprendido a elaborar fertilizante orgánico, adoptar nuevas técnicas de siembra y preparar alimentos con lo que cultivan.

 

Rosa Amalia Gonzales, Pedro Pablo Gutiérrez & Glenda Xiomara Gutiérrez. Honduras. Foto: CASM.

También cuentan con una ecoestufa, una letrina y un sistema de almacenamiento de granos. “El fogón no produce humo; el humo sale por arriba y así protegemos nuestros pulmones”, explica Rosa. “Ya no compramos huevos ni pollo. Ahora tenemos todo aquí para el consumo en casa”, agrega Pedro Pablo.

 

Su finca es un modelo de autosuficiencia y trabajo en equipo: mientras una persona cuida el jardín, otra se ocupa de los animales. Para la familia, el apoyo que han recibido ha sido transformador. “Esta es la primera vez que una institución nos ayuda. Gracias a Dios y gracias a ustedes.”

 

El proyecto Produce Verde es implementado por nuestro socio local, la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), con el apoyo de Growing Hope Globally

 

Haz clic aquí para conocer más sobre nuestro trabajo en Centroamérica.

Relacionadas:

Un futuro sostenible para las comunidades indígenas

Un futuro sostenible para las comunidades indígenas

17 de febrero, 2025 | Autor: CWS | Gran Chaco Sudamericano

Las mujeres aprendieron a leer y escribir. Foto: PSDBA.

 

En el corazón del Bajo Chaco paraguayo, las personas están construyendo un panorama más resiliente. Gracias al proyecto Desarrollo rural integral en nueve comunidades indígenas del Bajo Chaco Paraguayo*, se han logrado avances significativos en educación, seguridad alimentaria y fortalecimiento comunitario.

 

“Las comunidades son las protagonistas de su propio desarrollo”, afirma la abogada Raquel Pérez, quien coordina las capacitaciones en liderazgo participativo y organizacional, con el apoyo de facilitadores indígenas. 

Las jornadas de formación en derechos humanos han contado con una amplia participación de mujeres.  «Quiero animarlas a luchar por nuestros derechos», dice Mariana Ayala, una de las mujeres que más ha aportado con su liderazgo.

Conoce su historia aquí: «Las mujeres de esta comunidad parecen haber despertado de un largo sueño» 

 

Disciplina y participación comunitaria

 

A pesar de los desafíos durante el segundo semestre de 2024, por causa de una sequía que afectó la producción agrícola y dejó a muchas comunidades sin acceso al agua, la persistencia de los y las participantes permitió que los procesos de agroecología y ganadería continuaran:

  • Más de la mitad de las huertas siguieron activas en 19 aldeas.
  • El 70% de las familias sacaron adelante su parcela agroecológica
  • En 10 aldeas lograron comercializar el 70% de la producción apícola en un mercado seguro y a precio justo.
  • El número de cabras y ovejas aumentó.

 

Por otro lado, el proyecto promovió la participación en 16 reuniones de la Mesa Técnica Departamental sobre Cambio Climático, abordando los efectos de El Niño y La Niña, así como estrategias de adaptación y mitigación.

 

Y como parte de las prioridades, se instalaron 15 nuevas fuentes de agua segura y se repararon tres más. También se realizaron talleres sobre potabilización y se instalaron filtros en espacios comunitarios como escuelas.

 

Lee más sobre las mesas departamentales aquí: Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco

 

El compromiso de cada persona involucrada en este proyecto nos demuestra que es posible construir un futuro donde el acceso al agua, la educación y la seguridad alimentaria sean una realidad para todos. Su resiliencia es un ejemplo de cómo el desarrollo puede ser inclusivo y sostenible a largo plazo.

* Este proyecto es implementado por nuestro socio local, la Pastoral Social Diocesana de Benjamín Aceval (PSDBA) con el apoyo financiero de Growing Hope Globally

Relacionadas:

Visitando el Darién: Una mirada más allá de la frontera

Visitando el Darién: Una mirada más allá de la frontera

17 de diciembre, 2024 | Autor: Abbey Combs | Personas migrantes y refugiadas

Advertencia de contenido: Este artículo menciona casos de violencia sexual y basada en género.

Entrada a Lajas Blancas. Foto: Abbey Combs.

Mientras nuestro autobús entraba en la jungla, a siete horas de la Ciudad de Panamá, vi por la ventana un arco que nos daba la bienvenida al Darién. Era el 12 de noviembre, apenas unos días después de conocerse los resultados de las elecciones en Estados Unidos. Estaba viajando con líderes de fe de América Latina y Estados Unidos, miembros de Como Nacido Entre Nosotros (CNEN), una red regional de personas, iglesias y organizaciones basadas en la fe comprometidas con la sensibilización e incidencia a favor de las personas en movilidad. 

 

Antes de llegar a la frontera entre Estados Unidos y México, muchas personas en movilidad atraviesan la peligrosa selva del Tapón del Darién, una región que constituye el único puente terrestre entre Suramérica y Centroamérica. El recorrido, de aproximadamente 70 millas entre Colombia y Panamá, puede tomar desde tres días hasta más de una semana. A pesar de ser una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, el Darién se convirtió en un tramo habitual del viaje hacia Estados Unidos, con un récord de 520,000 migrantes cruzando la región en 2023.

 

Mapa del Darién. Fuente: Displacement Tracking Matrix (DTM) de OIM.

Llegamos a Lajas Blancas, una estación temporal de recepción migratoria (ETRM) establecida por el gobierno panameño. Allí, unas 400 personas habían llegado en canoa esa misma mañana. Algunas caminaban cojeando, pues habían sufrido lesiones en la selva. El terreno del Darién está lleno de peligros: ríos que crecen rápidamente, mosquitos portadores de enfermedades y la falta de agua potable, por nombrar algunos.  

 

Una familia caminando en Lajas Blancas. Foto: Mónica Arango.

Los riesgos en el Tapón del Darién
En el territorio panameño, el riesgo de robos, violencia y agresiones sexuales es alarmantemente alto. En febrero de 2024, Médicos Sin Fronteras reportó que, en solo una semana, trató a 113 personas, incluidos nueve niños, que habían sido agredidas sexualmente por grupos armados. Miembros de CNEN en Necoclí, Colombia, me explicaron que estos niveles de violencia no son comunes en la parte colombiana del Darién, donde el crimen organizado está involucrado en el tráfico de migrantes en el territorio y mantiene niveles más bajos de violencia para evitar la atención de las autoridades.

 

En el campamento, noté una mezcla de emociones en los rostros de quienes llegaban: agotamiento por el viaje, alivio por haberlo superado y miedo por lo que aún estaba por venir. La única forma de salir de Lajas Blancas era pagar 60 dólares por persona por un autobús chárter hacia Costa Rica, coordinado por el gobierno panameño. Vi familias con bebés que llevaban más de una semana intentando salir, pero sin los recursos para hacerlo. Quienes intentan salir de Panamá por otros medios enfrentan una multa de hasta 1,000 impuesta.

 

Los impactos de las intervenciones de Estados Unidos
Desde su inicio de mandato (1 de julio), el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dejó clara su intención de detener la migración a través del Darién, y firmó un acuerdo con el gobierno de EE.UU., por un financiamiento de seis millones de dólares para vuelos de deportación. Con el argumento de atender necesidades humanitarias, Panamá anunció el cierre de varias rutas a través del Darién y ubicó oficiales de inmigración en un único trayecto, denominado el “corredor humanitario seguro”. 

 

Personas esperando para viajar en bus hacia Costa Rica. Foto: Mónica Arango.

Este acuerdo es uno de los innumerables esfuerzos del gobierno estadounidense para detener el movimiento de migrantes antes de que lleguen a su frontera. En América Latina, vemos repetidamente la presión política y los incentivos financieros que EE.UU. ofrece a los países de la región para restringir el acceso a visas, cerrar rutas migratorias e incrementar la vigilancia migratoria. Sin embargo, la historia nos enseña que la disuasión no solo es ineficaz, sino que también aumenta los riesgos de protección de las personas en movilidad.

 

Como observa la periodista Caitlin Dickerson en en The Atlantic: “Estas muertes [en el Darién] son el resultado no sólo de las condiciones extremas, sino también de la lógica errónea adoptada por Estados Unidos y otras naciones ricas: que dificultando la migración podemos limitar el número de personas que la intentan… Cuanto más difícil es la migración, más se beneficiarán los cárteles y otros grupos peligrosos, y más migrantes morirán”.  

 

Una familia caminando en Lajas Blancas. Foto: Mónica Arango.

Después de pasar el día en Lajas Blancas, me sentí más convencida que nunca de que tenemos la responsabilidad de informarnos sobre lo que está ocurriendo en el Darién y de entender la migración desde una perspectiva regional. Mientras Estados Unidos se prepara para un gobierno conocido por sus políticas antiinmigrantes, debemos mirar más allá de las fronteras estadounidenses y preguntarnos cómo estas políticas afectarán a las personas en movilidad. 

 

Abbey Combs es la Oficial del Programa de Respuestas a Personas Migrantes y Refugiadas en CWS América Latina y el Caribe.

 

CWS está comprometido con enfoques regionales en nuestra respuesta a la migración en América Latina y el Caribe. Para conocer más sobre nuestro trabajo, visita aquí. Para aprender más sobre el Darién, puede leer nuestro blog de 2023 o visitar aquí. 

“Ser agricultor es un acto de paciencia y fe”

“Ser agricultor es un acto de paciencia y fe”

2 de diciembre, 2024 | Autor: CWS | Historias de cambio

Tener fe y paciencia, el mensaje de Óscar. Foto: CASM.

Para Óscar Caballero Benítez, “ser agricultor es un acto de paciencia y fe”, y esto reafirma su creencia en Dios. “El más creyente es el agricultor: Sembramos esperando que la naturaleza nos dé frutos. A veces, pasa hasta un año. Así como la tierra, nuestra vida necesita tiempo y cuidado para dar cosecha”.

 

Él vive con su esposa y cuatro de sus seis hijos en Valle Verde, una comunidad de 110 familias ubicada en el occidente de Honduras. Rodeados de montañas y un clima templado, el lugar es ideal para los agricultores de la zona, quienes tienen un gran potencial productivo capaz de abastecer mercados cercanos como el de Copán y San Pedro Sula. 

 

El día comienza temprano en la casa de Óscar. A las 6:00 a.m., alimentan a las gallinas y revisan las parcelas. “Lo que más nos gusta es cosechar en familia”, comenta Óscar. Su hijo menor, de 10 años, se emociona cada vez que recoge los huevos del gallinero.

 

Con nuevas técnicas de siembra, Óscar aprendió a optimizar sus cultivos. Foto: CASM.

Para Óscar, su parcela es un símbolo de resiliencia y colaboración comunitaria. Hace algunos años, las fuertes lluvias y las plagas habían mermado las cosechas. Él cultivaba maíz, como sus padres le habían enseñado, pero las técnicas tradicionales ya no eran suficientes. Fue entonces cuando la Comisión de Acción Social Menonita llegó a la zona con el proyecto ‘Produce Verde’* y les ofreció capacitaciones técnicas e insumos a los agricultores.

 

Óscar recibió apoyo para construir 2 gallineros. Foto: CASM.

Gracias a las nuevas técnicas de siembra que le enseñaron, Óscar aprendió a optimizar sus cultivos. Ahora sabe que el distanciamiento entre las plantas puede influir en la calidad del maíz, dependiendo de si busca cosechar grano o elote. También recibió apoyo para construir los gallineros en los que tiene 20 gallinas, productoras de 10 a 12 huevos diarios. Este recurso mejora la dieta familiar y genera ingresos adicionales.

 

Además, CASM ayudó a modernizar el sistema de agua comunitario. Con la instalación de tuberías nuevas y un sistema de riego en desarrollo, Valle Verde está mejor preparada para enfrentar los desafíos climáticos. Óscar también participó en talleres de sostenibilidad y aprendió a fabricar fertilizantes e insecticidas orgánicos para proteger sus cultivos.

 

Con estas herramientas y el acompañamiento técnico, Óscar diversificó su producción. Hoy no solo trabaja con maíz, sino también con plátano, chile, yuca, papaya y piña.

 

A Óscar y su familia les gusta compartir mientras realizan las actividades del hogar. Foto: CASM.

Las lluvias intensas siguen siendo un desafío, pero gracias a la reubicación estratégica de parcelas y al sistema de drenaje comunitario, los agricultores han logrado mitigar los daños. “Antes, una lluvia menor nos afectaba mucho. Ahora, nuestras preparaciones hacen que las cosechas sean más seguras”, explica.

 

El sueño de Óscar y su familia es abrir una panadería para combinar dos pasiones: cultivar y preparar comidas. Con un horno casero, él y su esposa ya empezaron a hornear pan y venderlo por encargo. Su visión es expandir el negocio e incluir tamales, ‘montucas’ y tamalitos (preparaciones tradicionales a base de maíz). 

 

“Creemos en Dios y confiamos en que él nos dará lo necesario. También agradecemos por este proyecto que nos ha permitido avanzar”.

 

*Nuestro socio local, la Comision de Accion Social Menonita (CASM) implementa el proyecto Produce Verde, con el apoyo de CWS y Growing Hope Globally.

Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras

Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras

2 de octubre, 2024 | Autor: CWS| Centroamérica

Foto: CWS.

Church World Service fue fundada en 1946 «para hacer en colaboración lo que ninguno de nosotros podría lograr por sí solo». Hoy, ese espíritu sigue presente en nuestro enfoque, y es fundamental en nuestra participación en el proyecto de cinco años que se lanzó recientemente: Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

El propósito es atender las necesidades de la población más vulnerable a desastres climáticos en Honduras. La Sierra del Merendón, ubicada en la costa norte, cerca de la frontera con Guatemala, es una región montañosa que se eleva desde el nivel del mar hasta los 2,438 metros en solo 8 kilómetros.
Alberga a casi 300.000 personas distribuidas en 238 comunidades. Los modelos climáticos muestran un aumento en las temperaturas diarias promedio y una disminución de la precipitación anual, lo que afectará a más a quienes dependen de la agricultura de subsistencia.

 

Foto: CWS.

La Comisión de Acción Social Menonita (CASM), socio de CWS desde hace muchos años, será el encargado de implementar el proyecto a través de un enfoque integral que incluye capacitación agrícola, fortalecimiento de sistemas de mercado, creación de estaciones meteorológicas y sistemas de alerta temprana, reducción del riesgo de desastres, movilización comunitaria y coordinación con instituciones nacionales y regionales para implementar políticas de gestión de riesgos climáticos. Más de 57.000 personas participarán activamente en el proyecto, y más de 3.600 familias se beneficiarán de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes.

María Cristina Reyes, presidenta de la Asociación de Patronato en el sector Las Delicias, reflexionó sobre las dificultades que han enfrentado en el pasado para prosperar con las cosechas de la tierra:
“Teníamos muchos alimentos y no sabíamos qué hacer con ellos. Tocamos muchas puertas y nadie nos ayudó. Fue indignante porque formamos parte de la sociedad.” También reafirmó su compromiso de cooperar con CASM: “Para nosotros, es un sueño hecho realidad que lleguen a nuestras comunidades para mejorar la calidad de vida de nuestras familias, del medio ambiente y de nuestras tierras.” 
 

Foto: CWS.

Este proyecto, con una inversión de 7.2 millones de dólares, es un ejemplo clave de estrategias de adaptación al cambio climático y refleja el compromiso de largo plazo de CWS con las alianzas locales. Además, es la primera vez que los cinco gobiernos locales de la Sierra del Merendón se unen para ejecutar acciones de mitigación frente a la crisis ambiental.

CWS ha trabajado en Honduras desde finales de los años 70 y con CASM desde 2007. Programas anteriores incluyen el de seguridad alimentaria, que sirvió como modelo para esta propuesta, y un programa de recuperación ante desastres, en respuesta a los huracanes Eta e Iota en 2020.

«Trabajamos con CWS debido a nuestro enfoque compartido en atender las necesidades urgentes de las familias más vulnerables y por nuestros valores comunes de respeto, solidaridad, equidad, justicia y servicio»
, comentó Nelson García Lobo, director ejecutivo de CASM.

CWS seguirá liderando actividades clave como la inclusión de poblaciones vulnerables y la documentación de estrategias de adaptación al cambio climático. Otro aliado en el proyecto fue la Cámara de Comercio e Industrias de Choloma.

Los programas de capacitación a largo plazo, centrados en prácticas ambientales inteligentes, son una de nuestras principales estrategias para combatir las causas de la pobreza y el hambre en la región.

Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco

Tres países se comprometen para la Gestión del Agua en el Chaco

10 de septiembre, 2024 | Autor: CWS | Gran Chaco Sudamericano

Foto: Plataforma Semiáridos.

En la región del Gran Chaco se están tomando acciones colaborativas frente a la escasez de agua, la deforestación y las prácticas agrícolas insostenibles. Estas acciones incluyen las “Mesas de Agua”, un espacio diseñado para mejorar la gestión del recurso hídrico e involucrar a comunidades, organizaciones de la sociedad civil y expertos técnicos en la toma de decisiones.

 

El pasado 5 de septiembre, en Boquerón, Paraguay, se realizó el Segundo Encuentro Trinacional de Mesas de Gestión del Agua, con la participación de 35 representantes de Mesas de Agua de Argentina, Bolivia y Paraguay. 

 

Tras un día de plenarias, visitas a iniciativas locales y actividades conjuntas, se establecieron los siguientes compromisos:

 

Paraguay acordó establecer una línea de base para la gestión del agua en el distrito, involucrar a más municipios del Chaco en la Mesa de Gestión del Agua y desarrollar un Plan Estratégico de Gestión del Agua a nivel distrital.

 

Foto: Plataforma Semiáridos.

Argentina se comprometió a certificar a los constructores de cisternas, reglamentar la Ley de Agua 8168/19 de Salta y fortalecer la Mesa de Agua en Jujuy. También desarrollarán una aplicación para sistematizar los datos de acceso al agua.

 

Bolivia trabajará en políticas públicas para la recolección de agua de lluvia, buscará financiamiento y promoverá la inclusión de sistemas de recolección de agua en la infraestructura pública. Además, planean desarrollar proyectos de agua segura para las comunidades indígenas.

 

La organización del encuentro estuvo a cargo de la Plataforma Semiáridos y la Fundación Hugo, con el apoyo de la Municipalidad de Boquerón, International Land Coalition (ILC) y CWS. 

 

Estas iniciativas basadas en los territorios son pasos cruciales hacia la realización participativa del derecho universal al agua.

Conoce más sobre estos procesos en las redes sociales de Plataforma Semiáridos y CWS.

Relacionadas:

Video: Voces de mujeres indígenas

Video: Voces de mujeres indígenas

27 de agosto, 2024 | Autor: CWS | Gran Chaco Sudamericano, Historias de cambio

En Paraguay, un grupo de mujeres está haciendo oír su voz. Ellas se capacitaron sobre derechos humanos y perdieron el miedo a participar en las reuniones donde se toman decisiones sobre sus comunidades. Estas actividades de empoderamiento hacen parte del proyecto “Desarrollo Rural en Nueve Comunidades Indígenas del Bajo Chaco Paraguayo”, implementado por la Pastoral Social Diocesana de Benjamín Aceval y financiado por Growing Hope Globally 

Genara Martínez. Aldea 26 de Junio, Espinillo, Paraguay.

Jorgelina Flores. Comunidad Yakye Axa, Paraguay.

Marisa Galeano. Comunidad Yakye Axa, Paraguay.

Sonia Recalde. Lideresa Espinillo Centro, Paraguay.

Teresa Benítez. Agricultora. Aldea 9 de Agosto, Paraguay.

Raquel Seleckel. Abogada. Técnico de la Pastoral Social Diocesana de Benjamín Aceval, Paraguay.

Relacionadas:

CWS trabaja en más de 30 países incluyendo Estados Unidos y es miembro de la Alianza ACT y de InterAction (Consejo Estadounidense para la Acción Internacional Voluntaria).

 

Oficina Regional de CWS Latinoamérica y El Caribe: Av. Corrientes 5225, 5º C, (1414) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina ᛫ infolac@cwsglobal.org


Oficina Haití: 11 Rue Price Mars, Entrée Kafou Djoumbala, Route de Frères, Pétion-Ville, Haiti ᛫ pnelson@cwsglobal.org


Oficina Honduras: Colonia Universidad, 21 y 22 calle 8 y 9 avenida, casa #9, San Pedro Sula, Cortes, Honduras · eguillen@cwsglobal.org

Síguenos en redes sociales

© Copyright 2025, CWS. Todos los derechos reservados.

Diseño y Desarrollo: Moquo.