
La familia Gutiérrez cultiva vida y esperanza en Honduras
Pedro Pablo Gutiérrez y su familia han transformado su pequeña finca en Las Varas, Honduras, en un hogar autosuficiente y próspero con el apoyo del proyecto Produce Verde. A través del trabajo en equipo, prácticas agrícolas sostenibles y el compartir con la comunidad, han creado una vida basada en la resiliencia, la salud y la generosidad.
22 de abril, 2025 | Autora: Mónica Arango | Centroamérica

Cada mañana, Pedro Pablo Gutiérrez comienza su día con una oración y una taza de café caliente. Él vive junto a su esposa Rosa y su hija Glenda en la comunidad de Las Varas, Macuelizo, en el departamento de Santa Bárbara, Honduras.
Ellos cuidan su finca con esmero. Su día empieza temprano: alimentan a los cerdos, revisan el estanque de peces, atienden a los animales y supervisan los cultivos. “Aquí hacemos de todo un poquito”, compartió Pedro Pablo.
El cultivo de piña es su tarea favorita. “Nos encanta su sabor, por eso lo disfrutamos tanto”, dice, señalando las hileras escalonadas que han sembrado. Algunas piñas ya están listas para cosechar, mientras que otras apenas comienzan a crecer. Esta fruta también les genera ingresos, ya que las venden en pueblos vecinos. “La piña se vende bien; tiene un buen mercado.”

Además de las piñas, la familia cultiva maíz y frijoles y mantiene una gran variedad de plantas. También crían cerdos, gallinas, patos y ovejas, y cuentan con un pequeño estanque de peces. “Los peces no se ven, pero ahí están. Cada mañana encendemos el sistema de agua y los alimentamos”, explica Pedro Pablo, orgulloso del esfuerzo de su familia.
Uno de sus logros más significativos es haber podido compartir uno de sus cerditos con otra familia como parte del proyecto. “La llamamos ‘la jefa’”, dice, señalando a la madre preñada. “Dar el cerdito nos hace sentir útiles”, afirma Pedro Pablo.
Construyendo un hogar autosuficiente y más saludable
Desde que se unieron al proyecto Produce Verde, implementado por la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), han aprendido a elaborar fertilizante orgánico, adoptar nuevas técnicas de siembra y preparar alimentos con lo que cultivan.

También cuentan con una ecoestufa, una letrina y un sistema de almacenamiento de granos. “El fogón no produce humo; el humo sale por arriba y así protegemos nuestros pulmones”, explica Rosa. “Ya no compramos huevos ni pollo. Ahora tenemos todo aquí para el consumo en casa”, agrega Pedro Pablo.
Su finca es un modelo de autosuficiencia y trabajo en equipo: mientras una persona cuida el jardín, otra se ocupa de los animales. Para la familia, el apoyo que han recibido ha sido transformador. “Esta es la primera vez que una institución nos ayuda. Gracias a Dios y gracias a ustedes.”
El proyecto Produce Verde es implementado por nuestro socio local, la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), con el apoyo de Growing Hope Globally.
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