De aprendiz a líder de proyectos en su comunidad | Autor: CWS | Durante la pandemia, los valores y el estilo de vida de Pedro fueron puestos a prueba. La inflación en Honduras y el cierre de tiendas en su comunidad, dificultaron que él y su familia tuvieran acceso a los alimentos y suministros necesarios para mantener sus cosechas. Eventualmente, la esposa de Pedro sugirió que ella podría migrar a los Estados Unidos para buscar empleo. “Para mí, fue como una puñalada en el corazón porque nunca he querido que nuestra familia esté separada”, dijo Pedro. A pesar de los desafíos que enfrentaban, Pedro y su esposa se aferraron a su fe y decidieron permanecer juntos. Después de esta decisión, su familia recibió la bendición que tanto esperaba. Nuestro socio en este país, la Comisión de Acción Social Menonita, CASM, los invitó a participar en el programa de seguridad alimentaria. Pedro recibió gallinas, un cerdo, varias ovejas y una vaca; también participó de una capacitación sobre cómo cuidar de los animales y cultivar un huerto. CASM ayudó a Pedro a transformar su hogar para. Hoy, Pedro es un experto en el cuidado de animales, fertilización y vegetación. Su hogar ahora alimenta a su familia y es un lugar de capacitación para toda la comunidad. Al igual que muchos grandes líderes, Pedro es humilde y nunca ha buscado estar en el centro de atención. Vive una vida tranquila en el campo de Honduras, donde pasa la mayor parte de los días trabajando en sus cultivos y plantaciones de café. Es un hombre de fuertes valores y es líder en la Iglesia Católica, donde encuentra alegría en enseñar a las familias sobre el regalo que son el uno para el otro. Este hombre se ha convertido en mentor y líder en su comunidad y ha transmitido sus conocimientos a sus vecinos. Él dice: “Honestamente, nunca quise ser un modelo a seguir, pero simplemente sucedió. Cada vez que hago algo, le pido a Dios que me guíe e invito a otros a ver lo que estoy haciendo para que puedan aplicarlo a sus propias vidas”. Agregó que aunque a veces le resulta incómodo que lo llamen modelo a seguir, también es motivador. “Me hace querer ser mejor cada día. ¿Por qué? Porque si soy su modelo a seguir, debo ser mejor cada día para que puedan beneficiarse al máximo de estas prácticas”. Pedro atribuye todo su éxito a Dios. Atribuye la primera llamada telefónica sobre el programa como una intervención divina. “Ni siquiera vi quién estaba llamando. Dije: es Dios quien llama y contesté. Desde entonces, hemos estado viendo la luz, como decimos, a través de estos programas”, nos dijo Pedro. Agregó que desde que se unieron al programa, su familia ha tenido un buen ingreso que les permitirá mantener una vida feliz juntos en su país. Conoce más del programa de seguridad alimentaria aquí. Relacionadas: Centroamérica Inteligencia Climática en la Sierra del Merendón, Honduras 2 de octubre, 2024Leer ahora Las manos de doña Santos cosechan el futuro de su familia 17 de mayo, 2024Leer ahora Con incidencia y liderazgo, Don Elías logró que su comunidad acceda al agua 15 de diciembre, 2023Leer ahora