Libertad, un camino de resiliencia y aprendizajes para Claudia
Claudia Cardona hizo de su historia de vida una voz para muchas mujeres privadas de libertad o que acaban de recuperarla. Lideró, con sus compañeras, la creación de Mujeres Libres Colombia y ha ganado un lugar en debates, audiencias y encuentros nacionales y regionales sobre el tema. Cada día, ella se reconcilia más con un pasado que le dejó valiosos aprendizajes.
Cuando estuvo en prisión, en varias ocasiones fue elegida como representante de los Derechos Humanos, pero como desconocía tantas exigencias que podía hacer, normalmente pedía ayuda con alimentación y productos de higiene.
En el 2017, Claudia salió de la cárcel, entró a formar parte de la Comisión de Seguimiento al Estado de Cosas Inconstitucional de Colombia y conoció algo que la dejó impactada: las Reglas de Bangkok.
“Yo no podía creerlo”, recuerda, y es que sólo después de nueve años y tres meses en prisión, supo de la existencia de un recurso que le hubiera ayudado mucho antes. Igual le pasó con el reglamento del instituto penitenciario de Colombia Inpec, documento que exigió muchas veces y que sólo conoció al salir de la cárcel.
Un impulso de justicia social la llevó a comparar ambos reglamentos y reportar todos los incumplimientos que no coincidían con la realidad. “Yo quería ver las caras de mis compañeras. Yo conocía sus historias y a cada una le di la regla que yo sabía que habían vulnerado con ellas”, recuerda.
Esto quedó plasmado en el tercer informe de la Comisión de Seguimiento. Menos de un año después, y con la experiencia que venía cultivando, Claudia fundó, junto a otras compañeras, Mujeres Libres Colombia. Esta organización busca eliminar el sufrimiento para todas las mujeres y sus familias, fomentando la abolición de la prisión y, mientras esto sucede, mitigando sus efectos negativos a través del apoyo y la solidaridad mutua.
“Aquí las mujeres encontraron un lugar para desahogarse, porque no podían hablar de esto (sus vivencias, denuncias, experiencias) en sus casas. Aquí era un espacio seguro para todas“, comenta Claudia, y describe que cuando las mujeres salen de prisión, se enfrentan al desafío de reconstruir una familia desconectada o enterarse de que sus hijos pasaron por maltratos; todo esto, mientras buscan trabajo, intentan integrarse a la sociedad y recuperarse psicológicamente.
En su caso, para Claudia lo más importante fue encontrarse con su hija. En una ocasión, la invitaron a dar una conferencia en Chile y decidió llevarla. Por inconvenientes en Migración, donde detuvieron a Claudia durante 12 horas, ella perdió el vuelo, pero animó a su hija a que siguiera el viaje con una compañera de trabajo, quien estaba autorizada como su acudiente.
Así fue: Ella no sólo representó a su mamá sino que compartió sus reflexiones y recuerdos, como el haber aprendido a cocinar a través de una llamada telefónica. “Ella vio la oportunidad de lo que yo estaba haciendo para vivir su proceso y aprender”, asegura Claudia. En los años siguientes, su hija se involucró más en las actividades de Mujeres Libres Colombia.
Por otro lado, en el 2021 la organización entró a formar parte de la Red Internacional de Mujeres Familiares de Personas Privadas de la Libertad RIMUF, plataforma que abrió más caminos y posibilidades para conectar con otras mujeres en el continente.
El año pasado, el trabajo de la organización dio más frutos. Precisamente, el 8 de marzo, el presidente de Colombia Gustavo Petro, sancionó la Ley 2292 de 2023, que permite a mujeres cabeza de familia cumplir sus penas fuera de la prisión, prestando servicios sociales no remunerados.
Paralelo a esto, Mujeres Libres Colombia adelantó más acciones de incidencia y logró por la sanción de la Ley de Salud Menstrual en el 2022, ahora están abogando para que se reglamente. En el 2023, la organización logró dictar 15 talleres de salud sexual y reproductiva y otros temas, en siete cárceles de Colombia, y capacitó a más de 500 mujeres.
Cuando mira para atrás, Claudia asegura que siente orgullo, no sólo por ella sino por las 11 integrantes que hoy conforman la organización, mujeres que antes no lograban hablar y en ocasiones, sólo lloraban. Hoy, son ellas quienes le recuerdan qué temas debe mencionar en las audiencias y ponencias en las que Claudia participa. “Con la visita a las cárceles, ellas también pudieron conocer otros lugares de su país. Muchas, ni siquiera habian salido de Bogotá o viajado en avión”.
Desde CWS nos enorgullece acompañar a organizaciones como Mujeres Libres Colombia e historias como la de Claudia, un ejemplo de liderazgo y determinación de una madre que transformó sus peores pesadillas en sueños por construir con su hija y un colectivo de mujeres que cada día se fortalece más.
Relacionadas:
- Niñez, familia y cárcel